lunes, 17 de octubre de 2016

Rehaleros

     Estamos en plena temporada de caza y en esta ocasión trataremos sobre la caza mayor, del venado y el jabalí sobre todo, y más en concreto sobre una estampa característica de dicha caza que se da en Andalucía cual es la de los rehaleros y su rehala de perros adiestrados para sacar a esos animales de las manchas; actividad nunca considerada suficientemente si tenemos en cuenta su peligrosidad y el trabajo y tesón que conlleva el mantener en condiciones una rehala durante años. En La Puebla de los Infantes existe mucha afición a la caza en general, y a la caza mayor en particular, como no podría ser de otro modo en un pueblo serrano como el nuestro, que tuvo esta actividad como forma de subsistencia desde tiempos inmemoriales y que contó con fincas de dehesas y monte con abundancia de las dos especies señaladas más arriba. Tal ha sido la riqueza cinegética en el entorno de nuestro pueblo que se sabe por crónicas del siglo XIII que  cuando los primeros reyes castellanos se aposentaron en Sevilla, tras la conquista del Valle del Guadalquivir, venían a cazar a nuestra Sierra León, por otra parte uno de los últimos reductos del oso  en Ál-Ándalus, para llenar las despensas del Alcázar.
   En la actualidad sabemos de la finalidad económica de las monterías, con repercusiones como la de que en La Puebla de los Infantes se pueda consumir ya carne de venado y jabalí en bares y casas particulares prácticamente casi todo el año, mucha de ella congelada obviamente.
   Entrevistamos hoy a José Longo Ortiz un gran aficionado puebleño, entendido en la materia, y  rehalero además, para que nos informe acerca de estas actividades milenarias de nuestros pueblos, sobre todo serranos.


José Longo alimentando a su rehala

Hola, José, ¿cuál ha sido el origen de tu afición por la caza mayor y, como consecuencia, el haberte hecho rehalero? ¿Cuánto tiempo llevas en esto?
 - Llevo prácticamente toda mi vida. Mi familia, con mi abuelo Antonio Longo López a la cabeza, se instaló en 1956 en la finca Los Cerrillares de nuestro término. Allí me crié conviviendo con las actividades cinegéticas en las que trabajaban mi padre, Antonio Longo Acedo, y su hermano mi tío Manuel. También debo recordar a Manuel Rubio Castillejo, el rehalero de Los Cerrillares, del que también  aprendí mucho.
     ¿Cómo se presenta este año la actividad cinegética de las monterías en el entorno en que te mueves con tu rehala? ¿ En cuántas vas a participar?
      - En principio bien, como otros años, si tenemos en cuenta que ya se nos ha llamado a los lugares de años anteriores: Serán unas 35 monterías,en Extremadura, Huelva, Sevilla, Córdoba y Jaén.
Háblanos de tu rehala, de la raza de tus perros…
- La rehala que llevo años manteniendo es de D. Javier Mencos Domínguez, Marqués del Contadero, con el que trabajo. En 1945 la adquirió su abuelo, la mantuvo su padre a partir de los años sesenta  y él la ha continuado. Se compone de 60 perros contando con los cachorros, de la raza de podencos andaluces campaneros, si bien hay que participar por licencia de caza con entre 16 y 24 perros. Los collares que llevan cuando monteamos son de color azul y burdeos. En las monterías me acompaño también de dos perros de confianza que son alanos españoles.
¿Cuántas rehalas se mantienen actualmente en La Puebla?
- Contando con la nuestra creo que son seis las que están en activo.

Exposición de rehalas en la Feria Cinegética de la Puebla. En primer término, la de José Gómez Provincial y su hijo Francisco

¿ Cómo es el adiestramiento de estos perros?
- Pretendemos obtener una línea de perros, resultado de emparejar machos y hembras que hayan demostrado sobradamente que buscan, sacan animales de las manchas, los ladran y los persiguen. Después está el adiestramiento para que te obedezcan en todas las indicaciones que les des.
¿Te sientes en peligro en plena faena de la montería?
- Hombre, el peligro es evidente: están los disparos de los monteros y los animales heridos que te vas encontrando. Imagínate un enorme jabalí, aunque el venado herido también tiene peligro. Nuestra protección la tenemos en hacerte ver, con ropa  reflectante, en que se te oiga por donde vas y haciéndote acompañar, como en mi caso, por al menos dos alanos españoles.

José Longo llamando a sus perros en plena faena de la montería

¿Qué tiene más peligro, el fuego cruzado en las monterías o apagar fuego en el monte como te habrá requerido tu condición de Voluntario de Protección Civil de tantos años en el pueblo?
- Hay peligro en los dos casos, dependiendo de la situación y las circunstancias.
Una pregunta obligada sería si es rentable el mantenimiento de la rehala durante todo el año o se hace más por afición
- Está claro que una rehala se mantiene sobre todo por afición, porque no se costea ni siquiera en las monterías de cobro, por los largos recorridos que hay que realizar, la rehala además la tienen que llevar dos personas: el rehalero y el conductor que te deja en un punto y te tiene que recoger en otro a distancia…En nuestro caso, nuestro conductor que me acompaña y me ayuda viene siendo mi primo Félix Longo Rocha.
¿Se organizan concursos de rehala?¿ Has participado en algunos?
 - Hemos participado en alguna que otra concentración y exposición de rehalas en las que hemos obtenido algún que otro premio. También tuve la satisfacción recientemente de que se me eligiera en una montería en la que participábamos 20 rehalas para una entrevista y reportaje de un programa de televisión.

Gracias, José, por tu colaboración  y suerte en esta campaña de monterías.