viernes, 27 de abril de 2018

Recuperación y puesta en valor de un manantial de La Puebla de los Infantes



“De alguna manera todos somos una gota de agua en este manantial, a la vez tan cercano como recóndito.”


Hace unos días os comentaba a los amigos y amigas que en el blogs “Un pueblo encantador “ había insertado una entrada sobre «Inventario y Catalogación de fuentes y manantiales de La Puebla de los Infantes» para el proyecto Conoce tus fuentes de la Universidad de Granada y la Junta de Andalucía. Pues bien, fue a tenor de esta publicación que descubrí el manantial de La Higuera. Nuestra paisana Antígona Márquez conocía aquel lugar gracias a su tío Francisco Pascual Carranza, un gran conocedor del término de La Puebla de los Infantes. Quiso ella que les acompañase a descubrirla, y a nuestro paso la limpieza y revitalización del venero, un venero que Francisco frecuentó en su más tierna infancia, ya que se encontraba muy cerca de la casa de ganadero o de pastor ( “tapichoza” como entonces se les llamaba a estas viviendas de las dehesas, rectangulares, con pared de piedra a media altura y el techo de vigas y recubrimiento de juncias a cuatro aguas) en que él vivió con su familia durante unos años dado el oficio de pastor de ovejas de su padre. Por lo que su manantial sirvió no solo para el abastecimiento de la vivienda para todos los menesteres a base del acarreo diario con cántaros y otros utensilios, sino para que las ovejas abrevaran cuando los arroyos se secaban, que era entonces cuando su padre ayudado con cubos por él y su hermano Manolo llenaban bidones metálicos cortados por la mitad que servían de abrevaderos.


Francisco Pascual y su familia ante los restos de la recordada tapichoza

Hasta dicho manantial, conocido como Fuente de la Higuera, ya que el abuelo de nuestro guía, Francisco Carranza Santana , plantó una higuera junto a él, dada la falta de vegetación del terreno que le rodea, o quizás para protección y sombra, nos encaminamos un grupo de personas un día de final de este abril maravilloso que estamos disfrutando por el carril de la Fuente de la Mujer, hasta llegar a la antigua carretera de Constantina a La Algecira por la que tuvimos que recorrer un tramo de unos 3 Kms. a la derecha, hasta una cancela de entrada cercana al PK 18, en la zona de la Majada Alta de la finca “Las Monjas de los Molinas”.


Primera impresión de nuestro manantial y acarreo de herramientas
















Francisco y Antígona, los primeros en abordarlo para iniciar el trabajo

Antes que nada visitamos la antigua vivienda de pastor de recuerdos imborrables y no menos emocionantes para Francisco, nuestro guía. A continuación llegamos por una estrecha vereda a nuestro manantial, casi imperceptible por la maleza que lo cubría y su estado de abandono, situado a media ladera de un promontorio por lo que su vertido lo tiene al regajo de Calancha que viene de un venero próximo al cortijo de Las Monjas de Antonio Ávila y desemboca en el arroyo del Cubillo o de las Ánimas, que vierte sus aguas en el Embalse del Retortillo por el cortijo de La Algecira.

El grupo se pone manos a la obra...

...atentos a las indicaciones de Francisco

  
Tras recrearnos en el paisaje florido, en el cerro Infante frente a nosotros, nos pusimos manos a la obra consistiendo en el desbroce de zarzas y ramas secas de la higuera, extracción del fango del fondo para desataponar los filtros del agua, abrir un pequeño canal para que el agua fluya  al exterior, etc…El resultado fue de lo más satisfactorio para nosotros por haber hecho un bien a la naturaleza,  que este verano toda clase de animal que por el manantial pase se detenga a beber,  y que cualquier persona, cazador o senderista, tenga un lugar donde refrescarse para proseguir su camino.

El Manantial de la Higuera comienza a producir con bríos agua limpia

El resultado de nuestro trabajo nos llena de satisfacción a todos



                                    Fotografías: Antígona Márquez Pascual
                                                       y Rafael Velasco