lunes, 7 de agosto de 2023

Nuestra vereda paisajística, jardín botánico natural

 Decir que  tenemos bastantes espacios naturales en el pueblo no es descubrir nada nuevo, pero esta publicación es por si aún no se ha disfrutado de algunos como este, de titularidad pública, que se nos ofrece en cualquier época del año, una inmersión en la Naturaleza, más aún si lo hacemos en primavera.

                   Nuestro destino, Fuentelabrada, el penúltimo cerro de Sierra León


 Se trata de una senda que nos lleva desde el cartel de mampostería del Término Municipal, conocido popularmente como “La Camiseta” conforme venimos desde Lora del Río, hasta el carril de Las Palomas   ( unos 1600 m.) y al Mirador ( 2,3 Kms.).


Transitamos por una zona boscosa y agreste, de la ladera oeste de Sierra León, hasta el cerro de Fuentelabrada ( 398 m.) , que nos atrae por su espesura y profusión de especies de la flora mediterránea que podemos encontrar en nuestro caminar; por otra parte nada dificultoso, pues quienes trazaron la vereda hace una década aproximadamente, tuvieron la feliz idea de hacerlo en zig-zag con buenos tramos horizontales y  algunos repechos, como no podría ser de otra manera; pero tras los que podemos aprovechar para respirar el oxígeno puro que se nos brinda y reponer fuerzas rastreando, fotografiando especies raras o simplemente descansar la vista mirando en lontananza hacia las dehesas que rodean el embalse José Torán.





                      
                    

          Hipéricos

Las especies de flora que podemos encontrar, a veces formando túneles forestales que nos producen frescor y bienestar, son las características quercus: encina, alcornoque, quejigo y chaparrera, junto con acebuches y lentiscos; las cinco cistáceas del pueblo allí concentradas: la jara pringosa, la jara blanca o estepa ( ardivieja en La Puebla) y los jaguarzos: negro, morisco y crespo o rizado. También: retamas, aulagas, romeros, cantuesos, torviscos, cornicabras, madreselvas… Y conforme vamos tomando altura: espino blanco, durillos, madroñeras, brezos, zarzaparrillas, hipéricos... 
             

Para los amantes de las especies raras nos sorprenderán diferentes variedades de setas en su tiempo, o algunas “chupamieles”, parásitas de las jaras.

                               
                                     Chupamieles, parásitas de las jaras

 En primavera, imaginemos la floración de las cinco jaras  en competencia con las retamas, aulagas, cantuesos, garbanzuelos, varitas de San José…  Al culminar en la parte alta, un maravilloso prado de dientes de león en la zona del eucalipto, tótem de recuerdos de los primeros parapentes que surcaron nuestros cielos.



Para los amantes de la fauna silvestre, por esta zona buscan refugio para anidar toda clase de pájaros cantores, y podemos avistar elanios, rapaces que tal vez confundamos con palomas albiazuladas, y otras mayores como aguiluchos laguneros e incluso águilas perdiceras; picos carpinteros, oropéndolas… Y en toda época nos avisarán de su presencia por sus huellas los jabalíes, que existen en esta sierra desde siempre.  

                                         Elanio azul

En fin, un espacio más para el deleite, la paz , la tranquilidad y para que las jóvenes generaciones lo conozcan y se impliquen con él como con tantos otros.

                                             Textos y fotografías:  Rafael Velasco Riejos

( El presente reportaje ha sido mi colaboración de la Revista de Feria 2023 del Excmo. Ayuntamiento de La Puebla de los Infantes. Pags. 40-42 )