Introducción: La expresión "Camino Palma" era la manera de expresar antiguamente la salida del Pueblo para acceder a Palma del Río. Se refería a lo que actualmente es la Avda. de Andalucía, antaño también El Desanche. Se pretendía con esta ruta ir directamente a esa población sin tener que pasar por Peñaflor que la haría más larga, toda vez que habría que tomar la antigua calzada romana ( o camino) de Mérida que, partiendo de la finca de La Medina, propiedad actualmente de Cristóbal Molina Román, discurría próxima al castillo de Almenara. Descubramos, pues, el itinerario.
Ruinas del convento de San Luis del Monte
Fuente de la huerta de San Luis
Se salía de La Puebla y se tomaba por lo que aproximadamente es la "carretera de abajo" desde Peñaflor (SE-7105), hasta el kilómetro 7 en que continuaba recto aproximándose al convento franciscano de San Luis del Monte en el Turruñuelo, que tenía una estupenda fuente donde beber y refrescarse ( la de la huerta de San Luis) y continuaba buscando la Cañada de los Arrieros en Malapiel, donde había otra fuente. Tengamos en cuenta que las fuentes siempre han sido determinantes de las vías de comunicación durante siglos.
Cañada de los Arrieros
Castillo del Toledillo en Malapiel
La Vereda
Por este camino se pasaba cerca del famoso castillo del Toledillo de los Omeyas para continuar más abajo hasta una encrucijada de caminos que se llamaba “Cabeza de Pino”, donde está la actual aldea de La Vereda. Se continuaba hasta llegar al puente romano por el que se cruzaba el Retortillo , sustituido al cabo de siglos por el puente de la carretera y la vía del tren.
Restos del antiguo puente romano sobre el Retortillo
A menos de un kilómetro, Guadalquivir arriba, estaba el Vado Viejo para cruzar el río con vigilancia y férreo control tanto durante la conquista romana como tras la conquista castellana de la margen derecha del río en el siglo XIII. Posteriormente en el siglo XVIII se construye un puente de madera frente a la actual estación de Palma que duró poco tiempo por una crecida del río que lo derribó; lo que supuso que fuera sustituido por barcas para el paso del río. Hasta finales del siglo XIX en que se construyó en tiempos de Isabel II el puente de hierro.
Tras la odisea que suponía ir a dicho destino se fuera por donde se fuera, diremos que este Camino (de) Palma determinó con mucha probabilidad que el mencionado convento de franciscanos se situara cercano a él, a través del cual iban y venían aquí sus monjes con frecuencia por diversos motivos, entre ellos los servicios parroquiales, atención a los enfermos, etc. Pero, además, por la protección que ejercía sobre ellos desde la fundación de su convento en 1492 Luis Portocarrero, señor y alcalde mayor de La Puebla de los Infantes, y la confianza que tendrían en ellos ( tanto a él como su hijo y heredero) les encomendarían encargos importantes como el seguimiento del comienzo de la construcción de la actual parroquia de la Virgen de las Huertas de estilo isabelino, un primer intento de iglesia fortificada de finales del siglo XV, que después se cambiaría por el estilo gótico mudéjar tras la conquista de Granada y la seguridad que conllevaba.