La Puebla y por montera el cerro de San Cristóbal, "El Santo", todo un símbolo |
El magnífico sendero al que nos referimos es el trayecto circular de unos 22,5 Kms. que discurre por el término de La Puebla de los Infantes, por los siguientes tramos partiendo de la localidad : El Santo-El Campillo-Las Palomas- Mirador de Las Palomas o vértice geodésico (Pico de Fuentelabrada)- bajada al embalse de José Torán y seguir por la orilla en su margen izquierda, o valle de Castril, en dirección hacia el pueblo, con la consiguiente precaución del tramo final de unos 2´5 Kms., a partir de El Cañuelo, que debemos hacerlo por carretera, a no ser que previamente hubiéramos dejado algún vehículo en aquel bello paraje para evitarla a la vuelta.
Nos moveremos
por este circuito con una dificultad media, y desde una altura mínima de 148 m llegaremos a alcanzar
la máxima de 394 m . al llegar al Mirador de Las Palomas Podremos tardar en realizarlo a pie entre 5 y 6 horas no tanto por la dificultad del trayecto (tan
solo hay un importante repecho de un kilómetro aproximadamente, cuando
abordamos la falda de El Santo o Cerro de San Cristóbal) sino que debemos tener
en cuenta las numerosas paradas momentáneas que tendremos que hacer para
admirar los paisajes que contemplaremos, y tomar fotografías, así como otras paradas más pausadas en el Mirador
del vértice geodésico, o en la gran cantidad de fuentes que encontraremos por
la orilla del embalse que nos invitarán a refrescarnos. Pero vayamos por parte,
que cada tramo merece un comentario orientativo.
El punto de
origen ya hemos señalado que es la localidad de La Puebla de los Infantes, pero
tenemos dos opciones para iniciar el trayecto: una partiendo de la plaza Virgen
de las Huertas (El Llanillo) en dirección al Camino de las Cruces; o bien si
preferimos dilatar la jornada y nos gusta admirar el patrimonio de los bellos
pueblos serranos como el nuestro , podemos seguir el callejero con los
numerosos edificios de interés que encontraríamos: Ayuntamiento (s. XVIII),
iglesia de Ntra. Sra. de las Huertas (mudéjar, finales s. XV), lavadero público
Las Pilas (año 1863), C/ Zahareta (resonancias históricas), Iglesia de Santiago
(mudéjar, s. XIV), Castillo (s. XIV), calles Arquillo y Amargura (nos adentran
en lo que pudo ser la parte más antigua del pueblo), barrio de La Medina ,
plaza y ermita de Santa Ana (mudéjar s. XV) y finalmente C/ San Antonio que nos
llevará al Camino de las Cruces para encarar la falda del Santo por la vía
pecuaria de la Colada del Campillo, en que conforme vamos elevándonos entre
olivares iremos adentrándonos en la paz y en el encanto de la naturaleza más
pura contemplando a lo lejos el blancor de la localidad, y el mapa de cultivos
que la rodean, acercándonos al mismo tiempo a la mayor elevación de la comarca:
el cerro de San Cristóbal, para nosotros El Santo, con 467 m . de altitud, el otro
vértice geodésico de la pequeña cordillera de Sierra León , estribaciones de
Sierra Morena en nuestro término municipal para los que vienen desde La Vega.
Altitud complicada de abordar aunque sí sus inmediaciones: Desde el “cerro del
Repetidor”, antesala del de San Cristóbal o El Santo, las vistas panorámicas
son espectaculares, divisándose también La Vega ya desde él.
La visión de
la Vega a la izquierda será una constante mientras continuamos por la referida
vía pecuaria, que aquí conocemos también como carril del Santo, en dirección a
la zona de El Campillo. Llegará un momento en que encontraremos la antigua
carretera a Lora del Río desde La Puebla, la
SE–141, que aquí llamamos también la carretera de El Sanguino, topónimo
de un paraje espectacular por donde transcurre.
Debemos recorrer un tramo de esta carretera en dirección a Lora en una longitud de un kilómetro y medio aproximadamente, entre los aromas de las
jaras, jaguarzos y lentiscos, hasta encontrarnos a la derecha con el carril de Las Palomas que
nos llevará al cabo de 2,5 Kms. aproximadamente al famoso Mirador que aquí es
conocido también con este nombre ( o Pico de Fuentelabrada, 394 m.).
En este tramo
comenzamos con un pequeño repecho que no
debe desanimarnos, porque tras su ascenso todo será ya muy fácil y placentero. En este tramo nos llamará la atención
que vamos divisando a lo lejos, a nuestra derecha, el embalse de José Torán
asentado majestuoso en el valle de Castril, conforme vamos aproximándonos al
vértice geodésico que nos espera, nos sorprenderá la amplia visión que
vamos adquiriendo de la Vega del Guadalquivir y sus pueblos. El Mirador, todo un hito, construido no hace
mucho a iniciativa de nuestro Ayuntamiento, se encuentra en medio de un
matorral mediterráneo de infinidad de especies vegetales y nos invitará a un
descanso para el bocadillo, la fotografía, la visión del serpenteo del río
Guadalquivir y la localización de muchos pueblos de Sevilla y Córdoba, así como
cadenas montañosas de ambas provincias al frente y en derredor en 360º.
Proseguimos
nuestro circuito volviendo sobre nuestros pasos y tomando a unos 500 m . del Mirador, a la
izquierda, una vereda que nos sale del carril que traíamos hacia él y que nos
llevará a lo largo de unos 1800 m. a través de una divertida pendiente, en algunos tramos emboscada, que
nos va dejando ver aparte los encantos momentáneos de la vegetación, la otra
atracción de nuestro sendero hasta la carretera de Lora, la SE-6102 en la margen izquierda del embalse José Torán.
Atravesaremos esta carretera con las máximas precauciones y tomaremos el recién construido "Sendero de Los Almendros" en la franja existente entre la carretera y el agua, a la que la mayor parte del recorrido
nos iremos aproximando, y recorreremos unos 5 kms hasta llegar a El Cañuelo,
teórica cola del embalse. Al comienzo de este tramo nos encontraremos una dehesa
y disfrutaremos con la visión de hermosos
alcornoques y quejigos así como con una mancha de majuelos o espino albar,
que en primavera los veremos en plena floración, como nevados. Pasaremos
atravesando una zona recreativa y diversas fuentes que vierten al embalse, en
las que podremos refrescarnos (Lo de beber en ellas queda a merced de cada
cual); a mitad del tramo está también, a
nuestra derecha, el Aparthotel Las Palomas.
Avistaremos gran diversidad de aves acuáticas: el ánade real, la focha,
el somormujo, el cormorán, diversas clases de garzas…Entre las rapaces
predominan las águilas perdiceras y pescadoras, el cernícalo, el milano negro y
el elanio al que a lo lejos podremos
confundir con una paloma. Entre los pájaros: rabilargos, abubillas, cogujadas,
jilgueros, verderones…Y nos irán dejando rastro de su vida en todo el sendero
los jabalíes, los conejos, los pico carpinteros… En fin, una gozada para los
amantes de la Naturaleza. En El Cañuelo,
cerca ya de la localidad, podremos disfrutar todavía de un hermoso paraje y de
un yacimiento arqueológico de origen romano.