miércoles, 3 de junio de 2015

Un magnífico sendero para un fin de semana primaveral

La Puebla y por montera el cerro de San Cristóbal, "El Santo", todo un símbolo

El magnífico sendero al que nos referimos es el trayecto circular de unos 22,5 Kms. que discurre por el término de La Puebla de los Infantes, por los siguientes tramos  partiendo  de la localidad : El Santo-El Campillo-Las Palomas- Mirador de Las Palomas o vértice geodésico (Pico de Fuentelabrada)- bajada al embalse de José Torán y seguir por la orilla en su margen izquierda, o valle de Castril, en dirección hacia el pueblo, con la consiguiente precaución del tramo final de unos 2´5 Kms., a partir de El Cañuelo, que debemos hacerlo por carretera, a no ser que previamente hubiéramos dejado algún vehículo en aquel bello paraje para evitarla a la vuelta.  

Nos moveremos por este circuito con una dificultad media, y desde una altura mínima de 148 m llegaremos a alcanzar la máxima de 394 m. al llegar al Mirador de Las Palomas  Podremos tardar en realizarlo a pie entre 5 y 6 horas  no tanto por la dificultad del trayecto (tan solo hay un importante repecho de un kilómetro aproximadamente, cuando abordamos la falda de El Santo o Cerro de San Cristóbal) sino que debemos tener en cuenta las numerosas paradas momentáneas que tendremos que hacer para admirar los paisajes que contemplaremos, y tomar fotografías, así  como otras paradas más pausadas en el Mirador del vértice geodésico, o en la gran cantidad de fuentes que encontraremos por la orilla del embalse que nos invitarán a refrescarnos. Pero vayamos por parte, que cada tramo merece un comentario orientativo.

El punto de origen ya hemos señalado que es la localidad de La Puebla de los Infantes, pero tenemos dos opciones para iniciar el trayecto: una partiendo de la plaza Virgen de las Huertas (El Llanillo) en dirección al Camino de las Cruces; o bien si preferimos dilatar la jornada y nos gusta admirar el patrimonio de los bellos pueblos serranos como el nuestro , podemos seguir el callejero con los numerosos edificios de interés que encontraríamos: Ayuntamiento (s. XVIII), iglesia de Ntra. Sra. de las Huertas (mudéjar, finales s. XV), lavadero público Las Pilas (año 1863), C/ Zahareta (resonancias históricas), Iglesia de Santiago (mudéjar, s. XIV), Castillo (s. XIV), calles Arquillo y Amargura (nos adentran en lo que pudo ser la parte más antigua del pueblo), barrio de La Medina , plaza y ermita de Santa Ana (mudéjar s. XV) y finalmente C/ San Antonio que nos llevará al Camino de las Cruces para encarar la falda del Santo por la vía pecuaria de la Colada del Campillo, en que conforme vamos elevándonos entre olivares iremos adentrándonos en la paz y en el encanto de la naturaleza más pura contemplando a lo lejos el blancor de la localidad, y el mapa de cultivos que la rodean, acercándonos al mismo tiempo a la mayor elevación de la comarca: el cerro de San Cristóbal, para nosotros El Santo, con 467 m. de altitud, el otro vértice geodésico de la pequeña cordillera de Sierra León , estribaciones de Sierra Morena en nuestro término municipal para los que vienen desde La Vega. Altitud complicada de abordar aunque sí sus inmediaciones: Desde el “cerro del Repetidor”, antesala del de San Cristóbal o El Santo, las vistas panorámicas son espectaculares, divisándose también La Vega ya desde él.

La visión de la Vega a la izquierda será una constante mientras continuamos por la referida vía pecuaria, que aquí conocemos también como carril del Santo, en dirección a la zona de El Campillo. Llegará un momento en que encontraremos la antigua carretera a Lora del Río desde La Puebla, la  SE–141, que aquí llamamos también la carretera de El Sanguino, topónimo de un paraje espectacular por donde transcurre.  Debemos recorrer un tramo de esta carretera en dirección a Lora en una longitud de un kilómetro y medio aproximadamente, entre los aromas de las jaras, jaguarzos y lentiscos, hasta encontrarnos  a la derecha con el carril de Las Palomas que nos llevará al cabo de 2,5 Kms. aproximadamente al famoso Mirador que aquí es conocido también con este nombre ( o Pico de Fuentelabrada, 394 m.).

En este tramo comenzamos con un  pequeño repecho que no debe desanimarnos, porque tras su ascenso todo será ya muy fácil  y placentero. En este tramo nos llamará la atención que vamos divisando a lo lejos, a nuestra derecha, el embalse de José Torán asentado majestuoso en el valle de Castril, conforme vamos aproximándonos al vértice geodésico que nos espera, nos sorprenderá la amplia visión que vamos adquiriendo de la Vega del Guadalquivir y sus pueblos. El  Mirador, todo un hito, construido no hace mucho a iniciativa de nuestro Ayuntamiento, se encuentra en medio de un matorral mediterráneo de infinidad de especies vegetales y nos invitará a un descanso para el bocadillo, la fotografía, la visión del serpenteo del río Guadalquivir y la localización de muchos pueblos de Sevilla y Córdoba, así como cadenas montañosas de ambas provincias al frente y en derredor en 360º.

            Proseguimos nuestro circuito volviendo sobre nuestros pasos y tomando a unos 500 m. del Mirador, a la izquierda, una vereda que nos sale del carril que traíamos hacia él y que nos llevará a lo largo de unos 1800 m. a través de una divertida pendiente, en algunos tramos emboscada, que nos va dejando ver aparte los encantos momentáneos de la vegetación, la otra atracción de nuestro sendero hasta la carretera de Lora, la SE-6102 en la margen izquierda del embalse  José Torán.

            Atravesaremos esta carretera con las máximas precauciones y tomaremos el recién construido "Sendero de Los Almendros" en la franja existente entre la carretera y el  agua, a la que la mayor parte del recorrido nos iremos aproximando, y recorreremos unos 5 kms hasta llegar a El Cañuelo, teórica cola del embalse. Al comienzo de este tramo nos encontraremos una dehesa y disfrutaremos con la visión de hermosos  alcornoques y quejigos así como con una mancha de majuelos o espino albar, que en primavera los veremos en plena floración, como nevados. Pasaremos atravesando una zona recreativa y diversas fuentes que vierten al embalse, en las que podremos refrescarnos (Lo de beber en ellas queda a merced de cada cual); a  mitad del tramo está también, a nuestra derecha, el Aparthotel Las Palomas.  Avistaremos gran diversidad de aves acuáticas: el ánade real, la focha, el somormujo, el cormorán, diversas clases de garzas…Entre las rapaces predominan las águilas perdiceras y pescadoras, el cernícalo, el milano negro y el  elanio al que a lo lejos podremos confundir con una paloma. Entre los pájaros: rabilargos, abubillas, cogujadas, jilgueros, verderones…Y nos irán dejando rastro de su vida en todo el sendero los jabalíes, los conejos, los pico carpinteros… En fin, una gozada para los amantes de la  Naturaleza. En El Cañuelo, cerca ya de la localidad, podremos disfrutar todavía de un hermoso paraje y de un yacimiento arqueológico de origen romano.

El embalse José Torán desde el vértice geodésico o Pico de Fuentelabrada
(Mirador de Las Palomas)