Se ha publicado recientemente por la
Diputación de Sevilla (PRODETUR) una guía de los pueblos de la provincia, algo
más de cincuenta, en la que predominan las ilustraciones de monumentos en las
diferentes localidades en que el gótico-mudéjar ha dejado su impronta: El Gótico-Mudéjar por la provincia de
Sevilla. Curiosamente en La Puebla
todos los monumentos de calado histórico como son el castillo y las tres
iglesias han sido concebidos siguiendo los cánones de este estilo
arquitectónico, o fusión de estilos, de manera que esta circunstancia nos
invita a reflexionar sobre el por qué de ello y a contextualizar el
gótico-mudéjar en La Puebla de los Infantes.
Castillo de época cristiana (Mediados del S. XIV) |
Este
arte, sobre el que no podemos describir aquí sus características al detalle por
falta de espacio, pero que podemos conocer a través de cualquier enciclopedia
digital, es, como decimos, resultado de la fusión del gótico, presente en los
reinos castellanos desde el siglo XIII, con el mudéjar, resultado de un
conjunto de elementos arquitectónicos hispano musulmanes o andalusíes, que
florece tras la conquista de AlAndalus, de la mano de expertos alarifes, albañiles y artesanos conversos. Pero, para
que esta fusión pudiera producirse no solo se tuvo que dar la imposición del
arte de los vencedores, sino la admiración de estos hacia el arte de los
vencidos. Se dice que tanto Fernando III como su hijo Alfonso X, quedan
deslumbrados, como anteriormente les había ocurrido en Córdoba, por tanta
maravilla como se encuentran en Sevilla, no solo por la aljama o mezquita mayor, con su alminar
(Giralda) o el Alcázar, sino por todo lo que aún en nuestros días se conserva
en nuestra capital del esplendor de AlAndalus, obligando a que no se destruyera
nada. Sería a partir del terremoto de 1356, sobre todo, cuando las viejas
mezquitas cristianizadas son sustituidas por iglesias de este estilo
arquitectónico como las de Omnium Sanctorum, Santa Marina, Santa Catalina, San
Andrés, San Pedro…Y qué decir del Palacio Mudéjar del Alcázar, ya en tiempos de
Pedro I, ejemplo único de la arquitectura del mismo nombre en España.
En La Puebla de los Infantes, para que se haya
dado la fusión arquitectónica en toda su
monumentalidad; es decir, en el castillo, de época cristiana, de mediados del
siglo XIV, que nace probablemente como estandarte de la conquista de este
territorio, con funciones de vigilancia de las vías de comunicación con la
Sierra Norte y de la banda gallego-portuguesa, origen del actual
pueblo-fortaleza, y en las tres iglesias, debieron darse también algunas
circunstancias que lo hicieran posible, y que desgranamos a continuación a modo
de hipótesis histórica. La principal
sería que el referente a seguir o canon en el que mirarse para las
grandes construcciones civiles y religiosas de pueblos como el nuestro tendría
que ser lo que se estaba construyendo en Sevilla, cuyo Concejo o Ayuntamiento
ya de por si era quien regía nuestro castillo. Junto a este y casi adosada a su
barbacana, la iglesia de Santiago, la
más antigua de las tres, que nace por el mismo tiempo para el culto de la guarnición
militar y sus cuidadores: herrero, zapatero, talabartero, panadero, lavandera,
costurera…; en definitiva, los pioneros puebleños, los primeros pobladores tras
la conquista: cristianos o cristianizados
(los conversos), castellanos o
castellanizados. La iglesia de Santiago conserva dos de sus tres naves
originarias, con arcos apuntados de
herradura de aires califales cordobeses.
Ermita de Santa Ana ( Barrio de La Medina) |
Otra circunstancia pudo ser que este
fuera lugar desde antiguo de alarifes (maestros de obra), albañiles y artesanos
andalusíes de prestigio que una vez conversos serían a los que se les confiara las
grandes obras del nuevo pueblo que nacía tras la devastación del anterior. Y es
que posiblemente la sombra de nuestra aldea andalusí primitiva, Cañebolo, (que
ya se menciona en el siglo XIII en el documento de donación de Alfonso X, del
Valle de Castril , o de las tierras fértiles del lugar), sea más alargada de lo que creemos. Lástima
que se sepa o se haya investigado tan poco sobre Cañebolo, como casi de todo
AlAndalus o de casi todo un milenio de Andalucía. En pueblos pequeños como el
nuestro las huellas o las estelas que nos quedan, a falta de archivos
históricos de aquella época, son arqueológicas, toponímicas, de usos y
costumbres, del lenguaje (tradición oral, leyendas…) En La Puebla tenemos el
barrio de La Medina (o La Meína en lenguaje castizo) donde se asienta la ermita
de Santa Ana, del siglo XV, que da nombre a una coqueta plaza con su pozo de
fábrica andalusí. Esta iglesia tiene una
sola nave, con arcos apuntados de ladrillo, típicos del mudéjar de la Sierra
Norte, que perdió con el paso inexorable del tiempo su artesonado, posteriormente
restaurado, pero no su encanto. Nos queda la Zahareta, hoy calle, antaño
posible zona de expansión o esparcimiento de la aldea andalusí. Nos falta el
otro gran elemento para completar el puzle: La Alcazaba, que algunos la
situarían en un promontorio pedregoso, testigo mudo de la posible devastación
conquistadora, al Oeste de La Medina, conectada por la calle Amargura y
observada por el Arquillo, actual calle y antaño, por qué no, puerta de acceso
de un recinto amurallado.
Siguiendo en esta onda andalusí podemos
suponer en La Puebla una cultura del aceite, que se prolonga en el tiempo desde
su origen hispanorromano de la municipalidad
de Celti y junto a ella una industria alfarera importante,
como nos evidencian los restos arqueológicos, así como un desarrollo agrícola y
hortelano en los valles de Castril y del Infierno, con reliquias de fuentes y
manantiales, de norias y albercas, de palmeras y laureles centenarios. Y
relacionado con el campo en general, una artesanía, gastronomía y cultura
fitoterapéutica importantes. Y podríamos seguir con el encalado de las casas, (
tenemos un pueblo blanco donde los haya…) un vocabulario y expresión ágiles,
vivaces, llenos de contenido que se funden con los gestos…Pero que estas hojas no
nos oculten el bosque de la grandiosidad de AlÁndalus que en los pequeños
núcleos de población como Cañebolo posiblemente no se disfrutara: su aportación
científica (medicina, matemáticas, astronomía…), tecnológica, artística,
filosófica, histórico-literaria, su trasvase de la cultura grecorromana a una
Europa embrutecida, en lo que se ha dado en llamar el primer renacimiento
europeo, protagonizado por grandes figuras andalusíes…Interesante, pero poco
sabemos de esto, porque se trata de la historia de los vencidos y es la de los vencedores la que se impone.
Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de las Huertas ( Finales del S.XV) |
Para terminar nos queda referirnos a
la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Huertas, de finales del S.XV o
principios del XVI. Hay quienes sostienen que sus elementos medievales, entre
ellos parte de la torre-campanario, pudieron ser anteriores que los elementos
mudéjares ya que pudieron formar parte en origen de un convento templario. Su
estructura de tres naves con cinco tramos y capilla mayor, con recorrido desde
la entrada hasta la cabecera, es mudéjar, como mudéjar debió ser su artesonado
que fue sustituido por bóvedas vaídas tras el terremoto de Lisboa de 1755. Es
de destacarse en la Iglesia Parroquial también la importancia de la imaginería
de los siglos XVI al XVIII.