martes, 5 de enero de 2016

Artesanía Puebleña

          Una de las señas de identidad de La Puebla de los Infantes es la de su arte popular o artesanía, nunca puesta en valor suficientemente, que se ha ido transmitiendo de generación en generación desde tiempos inmemoriales. Aunque durante el pasado siglo  hemos perdido la actividad milenaria de la alfarería, nos queda todavía mucho arte en La Puebla, digno de tenerse en cuenta: el trabajo con la vareta del olivo (árbol emblemático del pueblo), la pleita, la madera, el corcho, la talabartería, el encaje de bolillos, las labores de ganchillo…¡ Y qué decir de la artesanía más efímera del dulce , del jabón o los licores caseros! de la que trataremos otro día.


Exposición espontánea con útiles artesanales de los entrevistados


         Nos hemos reunido hoy con una representación de artesanos locales que han cogido el testigo de la generación de sus padres o abuelos y que tienen el difícil reto, junto con otras personas, no solo de mantener alto el listón de la artesanía puebleña sino que estas actividades que llevan a cabo continúen en las generaciones más jóvenes, aunque esto último no dependerá solo de ellos, obviamente. Nos estamos refiriendo a Lola Mantero (vareta, fusión  de esta con papel reutilizado, jabón y licores caseros), Cristóbal Martínez (talla de madera) y José Vizuete (útiles de vareta). Todos ellos aportan a nuestra reunión alguna muestra de sus obras realizadas, que junto con algunas otras de Amador Llamas (dornillos de fresno, corcho, vareta) de una generación anterior a la de ellos, que no ha podido asistir, conforman una auténtica colección museística. En nuestra conversación afable y amena abordamos los entresijos  de lo que ellos elaboran y la artesanía del pueblo en general.

 ¿Arte o artesanía? Les pregunto acerca de la denominación de lo que ellos elaboran con tanto primor. Concluyen que como ellos no tienen grandes pretensiones, prefieren que le llamemos “artesanía”, si bien cuando se crea algo nuevo que no existía antes, es cuando podemos hablar de arte.

¿De quiénes aprendisteis lo que hacéis?¿A quiénes queréis recordar aquí a modo de pequeño homenaje? Se reconocen autodidactas en casi todo lo que hacen. A Lola le enseñó las técnicas de la vareta Juan José Morgado, a quien recordamos con mucho cariño, por su fallecimiento más reciente y su afán de enseñar a las jóvenes generaciones. También recordamos a Curro el Herrero, a Antonio Santos, Antonio Ávila, a Antonio León…, siendo conscientes que nos dejamos a muchas otras personas atrás, todos ellos exponentes del arte popular, de lo auténtico.


Amador Llamas en plena labor artesanal

¿Qué os motiva a dedicar tanto tiempo a estos trabajos? Una mezcla de muchas cosas: Satisfacción personal, continuar con actividades genuinas de la tradición del pueblo, entretenimiento, relajación, terapia…

¿Dificultades? Me apuntan que a nivel personal a veces hay que enfrentarse a la falta de inspiración y de ganas tras el cansancio de la jornada laboral. En cuanto a conseguir que la artesanía  ocupe el lugar que se merece, echan de menos por una parte la  comunicación y la unión de los artesanos,  lugar y calendario de encuentros entre ellos; y por otra, el apoyo institucional tanto a nivel autonómico como provincial y local.

¿Qué se os ocurre para mejorar el estado actual y conseguirse una mejor puesta en valor de esta riqueza cultural? Creen que  debe llevarse a cabo, por quienes corresponda, una labor de difusión y concienciación de que los artesanos ofrecen unos productos de primerísima calidad y garantía, que no se puede comparar con otros de usar y tirar. Así como que esta riqueza de un pueblo como el nuestro  debemos procurar que perdure recuperándose incluso lo que se pueda estar perdiendo, como es el tema alfarero. El artesano , aparte su satisfacción personal, debe tener alguna compensación económica a tantas horas de trabajo, cuando se plantee poner a la venta sus productos. Que se fomente entre ellos la coordinación, el asociacionismo, una sede, un lugar donde poder exponer y vender sus productos, el que los centros educativos se presten a talleres en que se fomente la cultura artesanal…

José Vizuete comenzando un canasto de varetas de olivo

¿La artesanía, entonces, una actividad privada o pública? La actividad artesanal, dicen, parte de unas motivaciones personales o particulares, pero incluso  estas motivaciones, de manera más o menos conscientes, se dan la mano con el patrimonio artesanal, que es colectivo, histórico, local, de todos los que constituimos la comunidad. Y una vez que la actividad artesanal se pone en marcha, lo personal y lo público funcionan como las dos caras de una misma moneda. Los artesanos presentes no tienen todavía mucha experiencia de exposición pública de sus obras. La que más, quizás, Lola, que ha expuesto ya varias veces en La Puebla y en Córdoba.

¿Reto/s? A modo de recapitulación de lo tratado y aterrizando en tareas concretas  se plantean dos retos que podrían ser germen de puesta en valor de la actividad artesanal puebleña: Uno sería la toma de contacto y la coordinación de todos los artesanos y artesanas locales y el otro procurarnos una sede permanente de exposición, venta de objetos artesanales y difusión de este patrimonio local, que posibilitaran a medio plazo la puesta en marcha de talleres para enseñar técnicas a las nuevas generaciones de niños y jóvenes puebleños.

Cristóbal Martínez tallando la madera




Muchas gracias por su  colaboración a Amador Llamas, Cristóbal Martínez, Lola Mantero y José Vizuete.