lunes, 27 de mayo de 2019

De blanqueo

Cuando remiten las lluvias de primavera, normalmente a primeros de junio, el pueblo en su conjunto comienza la actividad del blanqueo típico de los pueblos de Andalucía. Aunque la cal se conoce desde la antigüedad como elemento constructivo, fue ya utilizada  por los romanos en su famosa argamasa  ( antecedente del hormigón), el blanqueo e higienización de las casas con la cal se les relaciona con nuestro pasado andalusí; si bien se generalizó aún más a partir del siglo XVI para evitarse  el contagio de la fiebre amarilla procedente de América.
La Puebla de los Infantes tiene en su haber una gran tradición de caleros que fabricaban la cal en los hornos conocidos aquí como caleras. A ellos les dedicamos un reconocimiento público de carácter humano,sobre todo, en un reportaje periodístico que se insertó en este blog ( Entrada 39). 
En esta entrada número 101 deseamos referirnos a la segunda parte de estas actividades centradas en torno a la calera, de la que describimos cada una de sus partes, pero sobre todo a la cal y su tratamiento para ser utilizada en el blanqueo o encalado; recurso fundamental durante siglos para los recubrimientos teniéndose en cuenta que muchos de estos había que realizarlos sobre paredes de tapial que requerían un elemento consistente como lo es la cal.



Última calera en actividad de  La Puebla de los Infantes :

La de Juan Antonio Saravia ( "Cabecilla") en El Ganchal









LA CALERA
 La calera es el horno tradicional que se ha utilizado en La Puebla de los Infantes para calcinar la piedra caliza. Se construye excavando un pozo circular hasta 1 metro y se continúa con piedras de mampostería sujetadas con barro formándose una gruesa pared , en total  hasta los 2 o 3 metros, con una capacidad como para 2 metros cúbicos de piedras. En el interior de esta especie de pozo se forma un poyete o doble pared en el primer metro que se utilizará como base para apoyar la piedra que se va a cocer: la almendrilla ( la mejor para el blanqueo), la tosca y la jabaluna ( mejor para obras), que las hemos arrancado previamente con el pico, la espiocha y la barra, y la hemos partido con la porra y el porrillo. Debemos distinguir en la calera: el caño, la puerta, el pecho y el cobijo o cabeza. Por el caño se manipula la quema con los haces de monte o varetas y palos que previamente hemos colocado en lo hondo de la calera y otra parte al exterior para ir quemando.
Cargar la calera.
Las piedras las coloca el calero y su ayudante en filas, tarea que requiere sabiduría y destreza. Una vez llena la calera, el pecho se recubre con una capa de barro para evitar que el calor  te dé en tu pecho cuando estás quemando.

Eduardo Santana cargando su calera ( Foto: Joaquín Conde)

Calera dispuesta a cubrir el pecho  (Foto: J.C.)








La quema.
Hay que mantener el fuego encendido con haces de monte  o varetas de olivo durante 24 horas, procurando que siempre mantenga la misma temperatura que la piedra requiere ( unos 1000 grados). Pasado este tiempo, la piedra ya está quemada y hay que dejar que se enfríe durante otras 24 horas, pero a las 12 horas ya se abre el pecho.


Quema de la calera
                                     
Sacar la cal ( descarga de la calera)
 Se realiza a las 24 horas de la quema. Una vez sacada la cal,  el calero la  cargaba sobre los serones de su arria de animales de carga y la almacenaba en su casa donde su mujer la vendía con su almud o medio almud, o él pregonándola por el pueblo y las localidades vecinas.
Descarga de la calera
Conclusión:
Aunque este trabajo artesano ha sido sustituido por los hornos industriales, no debemos olvidar que, durante generaciones, el oficio del calero dio trabajo y sustento a muchos vecinos del pueblo, dejando una huella imborrable en nuestra cultura popular y en la blancura de nuestro pueblo. Caleros referentes nuestros fueron los maestros  Manuel Santana   y Celedonio González Santana, así como los hermanos Saravia (“Cabecillas”): Manuel, Ramón y Juan Antonio, etc... Todos ellos aprendieron y ejercieron el oficio en nuestro Ganchal (lugar de piedras).
                           
                              PROCESO EN LA CALERA Y LA CAL 

Tradicional tinaja de barro para apagar la cal viva vertiendo agua con cuidado

 
Otros recipientes más pequeños para el blanqueo ( cada uno con su palo de mover la mezcla blanca y el agua)
                               
Piedra caliza                                                                                     
(Carbonato de calcio)……..( Por medio de la calcinación
                                              o quema de la piedra)……    Cal viva  (Óxido de calcio) + agua ....... Cal hidratada o apagada
                                     Dispuesta para encalar o blanquear     y

  para mortero de la construcción (añadiéndole un 20% de arcilla)

  En ambos casos, en contacto con el dióxido de carbono del aire se  producirá la carbonatación- calcita- de ahí la dureza que obtiene.


Útiles de blanqueo: escobillas artesanas, brochas, cepillos con palos...

En el casco urbano de nuestro pueblo está ya bastante generalizado el uso de la pintura industrial, pero a veces hay que recurrir a la cal para paredes muy deterioradas, exteriores, corrales, paredes de tapiales que aún quedan algunos, casas antiguas de campo...pues el recubrimiento con ella siempre será más consistente y duradero.

 ( La cal de Morón de la Frontera, y por extensión la de fabricación artesanal en las caleras, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2011)

Mi agradecimiento a Manuel Gámiz Santana ("Calero") por su colaboración en esta entrada, dados su conocimientos en estos temas vividos desde pequeño.