Asistimos en los
últimos años a un auge de la horticultura, propiciada por varios factores: una
alternativa al sedentarismo y una apuesta por el ejercicio físico al aire
libre, una manera de controlar la calidad de parte de lo que comemos, y si
tenemos en cuenta estos tiempos de crisis y recortes, supone una pequeña ayuda
que nunca viene mal; sin olvidarnos de algo tan saludable también como son las
relaciones de amistad y ayuda mutua que se genera entre los hortelanos.
La horticultura ha
sido una actividad que se ha realizado siempre en nuestros pueblos (últimamente
también en las ciudades con los huertos sociales urbanos) y nos quedan
reliquias antiguas de ella; en concreto en La Puebla de los Infantes podemos encontrar restos
de antiguos acueductos romanos que atestiguan esta actividad, posteriormente
del período medieval nos queda un
topónimo visigodo, Cañebolo,( nombre de la
antigua aldea andalusí origen remoto de la población puebleña) que también la
atestigua, como el mismo nombre de la Patrona , Ntra.
Sra. de las Huertas. Así mismo, en este como en otros pueblos aún se
conservan norias, albercas, fuentes, acequias y árboles centenarios que nos
recuerdan antiguos huertos y huertas: higueras, nogales, palmeras, laureles…
Visitamos hoy para
que nos hablen del huerto de invierno a dos hortelanos vecinos entre ellos que
han llegado a ser buenos amigos precisamente por la actividad en sus huertos,
en los que se ayudan mutuamente en las diversas tareas. Son: Cristóbal Molina
Fernández ( jubilado) y Joaquín Restoy Serrano (en activo), que nos reciben en
un marco incomparable a ambas orillas del arroyo El Álamo, en sus huertos, uno
frente al otro.
Cristóbal y Joaquín ayudándose entre ellos en el huerto del segundo |
Cristóbal y Joaquín,
¿cómo son los huertos que cultiváis?
Cristóbal: - Mi huerto es una cesión de D.ª Enriqueta
Hinojosa, tiene agua abundante, y está en un recodo del arroyo entre un bosque
de ribera, un lugar precioso. Aunque con los inconvenientes de la excesiva
sombra de los grandes árboles.
Joaquín: - Mi huerto es una propiedad familiar, de mis
padres, no es ni grande ni pequeño, es soleado y está bien. Estamos los dos
junto a una zona conocida en el pueblo como El Timonar.
Me imagino que
disfrutaréis en todo tiempo con este entorno tan bello, en el que observo
además una gran variedad de árboles frutales, parras…
Joaquín: - Sí, yo suelo plantar los frutales que más me
gustan y entre ellos los que creo que mejor se dan aquí. Tengo olivos, naranjos
navelinos, higueras, perales, caquis, granados…
Cristóbal:- A la
orilla del arroyo hay álamos, chopos, higuerones y zarzas que nos dan mucho
trabajo, así como un gran pino piñonero. Y dentro del recinto del huerto:
nogales, almendros, perales, granados, caquis, manzanos, parras de diversas
clases de uvas…
Ya he referido lo de
vuestra amistad por motivo de los huertos…
- Sí, nosotros nos conocíamos porque aquí en el pueblo se
conoce todo el mundo, pero amigos, desde que Cristóbal se instaló aquí enfrente
como hortelano.
¿ Cuál es la base
principal del huerto de invierno?
- El trabajo del huerto de invierno empieza en el mes de
septiembre cuando se empieza a despejar el terrero de todo lo que ha sido el
huerto de verano, dejando los pimientos y las berenjenas sin arrancar porque
están produciendo hasta que llegan los fríos, por el mes de noviembre. Hay que
darle una mano de mula mecánica, su buen estercolado, que aquí solemos echar
estiércol de caballo y cabra porque creemos que son los mejores y producen
menos hierbas. Después se le vuelve a dar otra mano de mula mecánica y se deja
ya para que le vayan cayendo las lluvias del otoño, aunque cada vez que vamos a
sembrar hay que dar otro repaso de mula para soltar la tierra y quitar hierbas.
Porque vosotros
procuráis que vuestros huertos sean lo más naturales posibles, ¿ no es cierto?
- Hombre, si se tiene el huerto es para comer cosas
naturales…Por supuesto, evitamos tratamientos químicos, empezando porque usamos
estiércol en lugar de abonos y después vamos usando métodos naturales para
ahuyentar a los animales de plagas. Por ejemplo, aquí estás viendo un montón de
cáscaras de huevos, que son para que no lleguen las babosas, usamos un caldo de
ortigas contra los pulgones, plantamos tabaco y otras plantas aromáticas para
ahuyentar moscas, hormigas y demás plagas.
Cristóbal en su huerto |
¿Cuáles son los
principales cultivos de invierno que se dan en esta zona y estáis cultivando?
- Tenemos ya,
como ves, lechugas, rábanos, coles, coliflores, brócolis, apio, puerros,
zanahoria, fresas nuevas recién trasplantadas, espinacas…Estamos segando y
estercolando las esparragueras y sustituyendo plantas de alcachofas viejas por otras nuevas, que lo vamos haciendo por partes cada 3 años.
¿Estas plantas son de
planteras vuestras o las compráis?
- La mayoría son
de planteras nuestras o de intercambios que hacemos con otros hortelanos, como
el que hemos hecho contigo estos días: tú nos has dado las plantas de
alcachofas y ahora te vas a llevar
plantas de fresas que tenemos de más.
(Llegados a este
punto aprovecho para informarles sobre el banco de semillas ecológicas y
autóctonas de diversas zonas de Andalucía, entre ellas de nuestro pueblo,
resultado de intercambios entre hortelanos, que gestiona y administra Rogelio
Fernández Reyes).
¿Plantáis los mismos
cultivos cada uno o diferentes, por aquello del trueque de productos entre
vosotros?
- Son diferentes cultivos porque cada terreno quiere lo
suyo, pero los dos trabajamos los dos huertos y repartimos las cosechas de los
dos.
¿Qué dificultades se
vienen presentando en vuestros huertos de invierno y cómo las solucionáis?
- Aquí las
mayores dificultades las producen las heladas, por lo que, por ejemplo, las
patatas hay que sembrarlas más tardías. Con las habas y guisantes, aparte de
que las heladas queman las flores, nos ocurre que si los sembramos tempranos
crían florón (jopo: parásito de las habas).
Joaquín en su huerto acompañado de su hijo |
Para terminar, una
pregunta obligada es si recicláis los residuos del huerto, si hacéis
compostajes…
- Pues sí, te
podemos enseñar dos cosas: una, en esta arqueta fabricada por nosotros con una
criba de tapadera y entre plásticos, tenemos un criadero de caracoles gordos
que los vamos alimentando con las hojas de lechugas, coles, etc...que nos
producen dos beneficios: retirarlos de la circulación por el huerto y organizar
algún que otro guiso con ellos. Y en ese montículo que ves ahí tenemos
almacenado los restos del huerto de verano, esperando que lleguen las lluvias y
los descompongan.
Cuando les doy las
gracias por su colaboración y sus enseñanzas a Cristóbal y a Joaquín y me voy
despidiendo de ellos, todavía echamos otro rato de conversación en el carril,
sobre otras delicias que proporciona el paraje de sus huertos cuales son las
ricas setas de álamo que se crían en el arroyo del mismo nombre y que nos
muestra nuestro amigo Rafael Pizarro que llega en ese momento con una buena
“fritada” de ellas que acaba de recoger.
(Esta será la primera parte de una serie de actividades
agrícolas que iremos intercalando de vez en cuando en nuestros reportajes, que
continuará con una segunda parte que tratará sobre El huerto de verano, y que es nuestra intención realizarla en los Huertos
Sociales de La Puebla
de los Infantes.)