domingo, 1 de enero de 2017

La estrella de Navidad del Castillo de La Puebla . Anécdota e historia vivida. (Iª Parte)

                                              LA ANÉCDOTA

Idea original de la estrella de Navidad del Castillo

Hace ahora un año que el blogs El Cucharro (elcucharro.blogspost.com) publicó una información acerca de la historia de la estrella de Navidad del Castillo al cumplirse 25 años de su existencia. Y es hora de agradecerle públicamente (más vale tarde que nunca) que tras las pertinentes indagaciones me aludiera como artífice de la idea, con una fórmula muy original: ¿Quién la ideó? ¿Quién la fabricó?
¿ Quién la ha mantenido año tras año? 


La estrella, con las torres Sur del Castillo que la sostienen, se puede admirar desde cualquier lugar del pueblo

Creo que El Cucharro lo informó muy acertadamente porque si no se hubieran reunido los tres participantes en el proyecto, nuestra estrella no hubiera cumplido los 25 años. Parafraseando a El Cucharro aclararemos:
¿Quién la ideó? Fue Rafael Velasco, Teniente de Alcalde del gobierno municipal del cuatrienio 1987-1991, Concejal de Educación, Cultura, Deporte, Juventud y Fiestas.
¿Quién la fabricó? Fue Francisco Atalaya, Curro el Herrero, con la maqueta en cartones de envolturas de frigoríficos que le proporcionó Rafael. La realizó con un material galvanizado que no se oxidase y con el primor que él le ponía a las cosas que le llamaban la atención.
¿Quién la ha mantenido año tras año? El equipo de mantenimiento del Ayuntamiento (electricistas y otros empleados con Manuel Martínez, el Maestro de la Villa, al frente) que “acogieron la idea con entusiasmo desde el principio y la hicieron causa propia y se pusieron manos a la obra, primero adosándole la instalación eléctrica y sus correspondientes bombillas, cables para sujetarla, etc…”.Y así un año tras otro, hasta los 26 que han transcurrido ya.


Este símbolo de la Navidad puebleña se ha utilizado infinitas veces para felicitar la Navidad y el Año Nuevo

¿Por qué anécdota? No voy a negar que una instalación  con tanto valor simbólico no nos haya producido satisfacción a los que  hemos estado relacionados con ella, pero en comparación con las miles de horas de trabajo desinteresado durante los cuatro años de gestión municipal, con infinitas dificultades, no siempre comprendido ni reconocido, a veces lamentablemente por informaciones malintencionadas; dejando con frecuencia los temas particulares, incluida la familia, en segundo término… lo de la estrella del Castillo fue una  pequeña anécdota aunque  a veces sean las anécdotas las que prevalezcan.