sábado, 21 de diciembre de 2019

Vínculos: La Puebla de los Infantes y Peñaflor ( 1ª Parte)


Siendo dos pueblos diferentes, debido a su ubicación sobre todo, La Puebla entre las estribaciones de Sierra Morena, y Peñaflor un poco más abajo en plena Vega del Guadalquivir, han sido sin embargo dos pueblos muy relacionados, con muchos vínculos comunes que nos vienen ya desde la noche de los tiempos.
Si dejamos la Prehistoria y entramos en la Protohistoria, los dos comienzan a vincularse muy probablemente con la cultura tartésica  en El Turruñuelo en los grandes poblados fortificados de Mesa Cordobesa (más cercano a La Puebla) y de La Cerquilla ( más cercano a Peñaflor). Aparte estos dos lugares, La Puebla tendría así mismo implantación turdetana más cercana, en concreto en La Dehesilla si nos atenemos al hallazgo del célebre tesoro turdetano de La Puebla de los Infantes ( Ver entrada nº 102 de este blog). En este espacio en convivencia o sin ella  tendríamos también  tribus de celtíberos. Y en Peñaflor, en el ángulo comprendido entre el arroyo Las Moreras en su desembocadura y el río Guadalquivir.
La Dehesilla puebleña desde el santuario celtíbero.
Por su valle discurre el cordel de Hornachuelos

















Restos de murallas defensivas de la Mesa Cordobesa en El Turruñuelo
Ya en época romana, a partir del 206 a. C. las dos poblaciones sometidas a esta cultura conquistadora se verían vinculadas en la municipalidad de Celti (“los celtas”) en torno a la minería, la alfarería y la producción de aceite de oliva, cuyas ánforas llevaban a Roma el sello con dicho nombre y terminaban en la colina o monte Testaccio. La Puebla, en villae diseminadas por los dos valles: el de Castril y el del Infierno; Peñaflor en torno a la ciudad de Celti, junto al margen derecho del río Betis, antes Tartessos  o el río del Aceite y más tarde el Río Grande o Guadalquivir.


Cimentaciones de la ciudad hispanorromana de Celti en Peñaflor

Probablemente de esta cultura y antiguas fiestas paganas (Lupercales…) procedan en los dos pueblos por ser olivareros (Peñaflor hasta la segunda mitad del siglo XX) la fiesta de las Candelas; y por ser ganaderos, la Feria. En ellas siempre hubo trasvases de personas de un pueblo a otro.


Fiesta de Las Candelas en La Puebla de los Infantes
Llegados a la cultura ( musulmana, judía y cristiana) de Al-Ándalus, puebleños y peñaflorenses viven ya en una aldea definida por tres espacios, cada uno con sus funciones: el castillo o Alcazaba, lugar defensivo y de protección; la Medina, lugar residencial y comercial; y la Zahareta , lugar comunal de juego y expansión de la aldea. Ambos pueblos, por tanto debieron tener una pequeña mezquita, una sinagoga y alguna ermita o iglesia para el culto arriano y/o cristiano. Ambos pueblos buscaron su acomodo junto a un arroyo (en el caso de Cañebolo, el de La Medina o Meína y en el de Peñaflor, el de Las Moreras), y en lugares con manantiales inagotables: Banduro en La Puebla y las fuentes de Almenara y Oñarda o Iñarda, en Peñaflor. En ambos pueblos quedan resonancias de esta época en sus restos, sus iglesias gótico-mudéjares ( la de Peñaflor quedaría destruída en 1755 a causa del terremoto de Lisboa y sustituida por la actual  de estilo barroco sevillano) también han quedado de esta época infinidad de palabras y expresiones que utilizamos, herramientas, norias, albercas y sistemas de riego, comidas, fitoterapias, objetos artesanales,  dulces y jabón caseros, etc…


La cultura de AlAndalus puso en marcha las huertas en los dos pueblos y los sistemas de riegos















                  
En los dos pueblos se conserva la artesanía de nuestros antepasados






Los dos pueblos comparten una historia de caleros y carboneros
( Calera puebleña de Almenara)






Llegados al siglo XV, los dos pueblos compartirían las cuevas y refugios del río Retortillo cuando había que huir de las pestes mortíferas de aquella época, hasta que remitieran. Los dos pueblos aportarían monjes franciscanos a la fundación del convento de San Luis del Monte del Turruñuelo en 1492, año del descubrimiento de América, de entre los hombres que se hicieron ermitaños y decidieron vivir en soledad en este río.
En las entradas nº 15, sobre Almenara, y nº 16, sobre El Turruñuelo, de este blog,  se hace mención al trabajo de los dos pueblos en estos dos grandes espacios ( olivar, carboneros, caleros…) así como el compartirse vecindad y ayuda mutua en propiedades  de ambos pueblos en El Turruñuelo y  El Trasquilado (o Tasquilao), extendiéndose hasta nuestros días a zonas de La Canaleja y El Santo.
La industrialización que se extiende por España durante el siglo XIX hace que tanto La Puebla como Peñaflor tuvieran actividad minera, alfarera – ladrillera y harinera. Por lo que hubo una gran colaboración entre ambos pueblos sobre todo en lo referente al uso del ferrocarril desde Peñaflor, así como trasvases de trabajadores.
Debemos recordar el proyecto realizado por una empresa francesa de vía férrea desde Peñaflor a La Puebla de los Infantes “El Galayo y ampliaciones”, de 1891 que no llegaría a feliz término. El trasvase de trabajadores entre los dos pueblos se produciría también a partir de mediados del siglo XX ( aceituna a La Puebla y algodón y otras recolecciones a Peñaflor). Ambas poblaciones han compartido el mismo fluido eléctrico, y los mismos avatares de este,  el primero generado por la fábrica de harinas de Peñaflor y posteriormente el haber dependido de la misma subestación de  Compañía Sevillana de Electricidad, actual Endesa.

Proyecto de ferrocarril minero a La Puebla desde Peñaflor





Fábrica de harinas de Peñaflor en la que trabajaron personas de La Puebla y en la que se generó el primer fluido eléctrico para los dos pueblos

Finalmente, en este breve recorrido histórico haremos mención a las vías de comunicación  desde época medieval que fueron muchas y variadas. Haremos referencia a los caminos públicos y a las vías pecuarias (cañadas, cordeles, veredas y coladas) que hoy se les confunde pero antes se sabía perfectamente acerca de sus diferencias y funciones. Así, hemos tenido compartido de Este a Oeste: La antigua vereda de Lora del Río a La Puebla de los Infantes ( actual carril de La Canaleja);  el camino público del Estraperlo de Peñaflor a La Puebla ( por Almenara y salida al anterior de La Canaleja): el camino de Peñaflor a La Puebla  por Almenara ( actual carretera SE- 7106); el antiguo camino de Palma, el cordel de Hornachuelos  y Puerto de Almenara, que enlazaba con la antigua vereda de La Dehesilla de Peñaflor, sustituidos en su tiempo por la actual carretera SE-7105.

Entrada a La Puebla por la carretera "de arriba", la SE-7106.
En primer término antigua fábrica de harinas





Carretera "de abajo" desde Peñaflor, la SE-7105.
A la derecha la fuente de Malapiel, lugar desde siempre de abastecimiento de agua de los transeúntes puebleños y peñaflorenses donde se departía e intercambiaba información









lunes, 9 de diciembre de 2019

Paisajes de Agua (IV). El Huerto del Moro


Manantial en la propiedad de Villanueva-Llamas en noviembre 2019








Continuamos año tras año con nuestra afición y disfrute del estudio de fuentes, manantiales y demás recursos naturales relacionados con el agua del término municipal de La Puebla de los Infantes: pozos, norias,pilones, pilares...Pero cuando recorremos un punto de interés especial o paisaje de agua, como los catalogados hasta ahora: Presa y Molino de Sofío, Presa y embalse de José Torán, los característicos pozos embovedados de La Puebla o este Huerto del Moro, hacemos una paradita como si de  oasis se trataran y recordamos las bellezas y sensaciones recibidas cuando los observábamos detenidamente, lo cual merece que dejemos constancia de ello en el blog, por tratarse también de puntos especiales que contribuyen a corroborar nuestro calificativo a La Puebla de los Infantes de pueblo encantador.

Comienzo del regajo del Infierno a partir de los rezumes en la propiedad de Villanueva-Llamas

Lo que conocemos en el pueblo como Huerto del Moro, topónimo de resonancias andalusíes, es un espacio comprendido por tres pequeñas propiedades circunscrito en un triángulo isósceles cuyo vértice está orientado al NE y la base hacia el SO y cuyos lados iguales serían, el derecho la carretera SE-7105 de Peñaflor a La Puebla de los Infantes en el entorno del km. 10 a 10,2 aprox. y el izquierdo la vía pecuaria Cordel de Hornachuelos, conocido también por los puebleños como carril de Angorrilla, por discurrir por este otro espacio. Si nos aproximamos a él desde La Puebla de los Infantes por dicho cordel recorriendo todo el Valle del Infierno hasta su límite NE, tendríamos en la base, y desde lo más bajo a lo más alto, la propiedad de la familia Sorroche, sobre la mitad la de Genaro Martínez y próximos al vértice la de la familia Villanueva - Llamas.


Sierra León al Este, origen principal de estas aguas











Escorrentías de praderas cercanas que nutren en primavera al regajo del Infierno
bajo el cordel de Hornachuelos

¿ Por qué el Huerto del Moro es merecedor de la consideración de punto de interés en relación con el agua o paisaje de agua? Sería por dos razones: la primera, la de haberse considerado siempre como un vergel por cuyo subsuelo discurre el agua en toda época del año, que termina aflorando en rezumes formando fuentes o manantiales con más o menos generosidad de ella, la consiguiente vegetación exuberante por donde discurre el regajo del Infierno, que es donde confluyen las escorrentías, tanto del subsuelo procedentes de la cercana Sierra León, como de la superficie cuando las condiciones son propicias procedentes de una pradera contigua; así como los huertos que se han conocido junto al regajo desde antaño. En la actualidad podemos constatar así mismo en las tres propiedades piscinas alimentadas por estas aguas durante el verano así como restos de antiguas albercas o pequeñas represas donde desde antiguo se almacenó.



Propiedad de Genaro Martínez en la margen izquierda del regajo

La segunda razón sería que al cabo de 7 u 8 meses sin haber llovido prácticamente por estos lares hasta la fecha ( noviembre 2019) en que  lo hemos visitado y elaborado la ficha de catalogación  para el proyecto Conoce tus Fuentes (CTF) tras una larguísima sequía veraniega con sus estragos, resulta que nuestro regajo probablemente sea el único que tras el estiaje fluya con vida y agua clara en todo nuestro término municipal, salvando los limítrofes sustentados por embalses, el Retortillo y el Guadalvacar.



El regajo con agua todo el año por la propiedad de Sorroche












Antigua represa en la propiedad de Sorroche

Enlace para acceder a la ficha de catalogación del Huerto del Moro:

http://www.conocetusfuentes.com/ficha_detalle_otros_tipos.php?id_fuente=929



El regajo, próximo a su desembocadura en el arroyo del Infierno por la dehesa de El Collado, 

















Los cerdos se benefician para su baño del regajo del Infierno procedente del Huerto del Moro