viernes, 30 de octubre de 2020

Juan Bernaza consigue su sueño de editar en formato papel su tercer libro de poesía


Hace unos días me llegó por correo un libro, el tercero editado por el poeta local Juan Bernaza Castro, con una dedicatoria gentil como él sabe hacerlo. Se trata de “Cántico andaluz. Viejas raíces con alma nueva. 1985-2016”. Editorial Estudio, Madrid septiembre 2020, tras otros dos anteriores: Tristezas del mundo, 1984 y El amor o los sueños, 1995; sin olvidarnos aquí de su participación año tras año en nuestra Revista de Feria, sorprendiéndonos y deleitándonos con su prosa poética y poemas en relatos y leyendas de su cosecha de una imaginación y estética dignas de elogios.


Al tener en mis manos su “Cántico andaluz”, me alegré mucho por él, porque me imagino
 las puertas a las que habrá tenido que llamar, más aún en tiempos de pandemia, para que su libro viera la luz “en papel”. Cuando me adelantó hace un año sus propósitos y yo le sugerí que hoy se podía editar un libro fácilmente de manera “on line”, él  me espetó de inmediato, que “nada de on line”, que tenía que ser “en papel”, por eso lo subrayo. Pues bien reaccioné después agradeciéndoselo de corazón y proponiéndole alguna presentación de su libro y si cabía de toda su obra de alguna manera, acorde con las dificultades por las que atravesamos, como podría ser a través de la radio local Onda Puebla, habiéndoselo consultado previamente al Director de nuestra emisora. Como Juan se me negó rotundamente por “innecesario y no ser hombre de entrevistas ni de micrófonos” he creído oportuno y en agradecimiento a su detalle ( que, me consta, lo ha tenido con todo el pueblo, pues parece ser que ha regalado 100 ejemplares a las personas que sabe que lo vamos a leer y a ser posible hasta difundir) insertar esta noticia cultural cual es la edición de un libro de un paisano nuestro en la entrada 127 de este blog con un breve comentario literario y de reconocimiento tras la lectura de su libro. De camino hacemos entrar a este poeta y su obra en la tecnología digital.


Juan, como hombre inteligente, y ya en el cenit de su madurez, y con un gran nivel cultural es capaz de resumir en tres líneas el marco de su libro. En la dedicatoria “Al lector” (Pag. 9) nos dice algo estremecedor: “A ti te lo entrego, y aunque tal vez en él veas el dolor y la tristeza, sé benévolo y piensa por un momento en quién lo escribió:¡ Son gritos de inocencia en un mundo sin palabras!”. Lo primero que se me viene a la mente es que nuestra infancia nos va a acompañar siempre prendida a nuestro ser (¡qué gran responsabilidad para padres, educadores y por extensión de toda la sociedad para con los niños!) y va a determinar en nosotros pensamientos, sentimientos, emociones y actitud ante la vida, comportamientos, decisiones...


Este comentario inicial de tristeza y amargura lo confirma en palabras de una autoridad poética, admirado por él, como es Luis Cernuda, que lo hace extensivo a Andalucía de la que Juan se siente hijo como no podría ser de otra manera: “El sur es un desierto que llora mientras canta/ y esa voz no se extingue como pájaro muerto;/ hacia el mar encamina sus deseos amargos/ abriendo un eco débil que vive lentamente”.



Por lo tanto, una vez introducidos en este poemario constatamos: Que los poemas son muy de Juan, muy acordes con sus sentimientos y su lirismo, muy coherentes porque en gran parte de ellos sigue rondándole el hilo conductor de la tristeza que justifica significativamente bien nada más empezar su lectura con “Mascarada” y más adelante con “El Prólogo”, “Bética inmisericorde” “El poeta enviado” ( impresionante!, como autobiográfico…), “Canto al vino”…; aunque a veces parece como si se rebelara contra la tristeza, como queriéndose desprender de sus malos recuerdos en “Nocturno bajo una higuera” o en “Retrato en acróstico”. Hay poemas incluso en que aparece desprendido de dicha tristeza y vestidos con el ropaje del vitalismo y el optimismo, en “Versos locos para una chica enamorada”…, muestra clara de su esfuerzo por superar los escollos que le ha puesto la vida desde su nacimiento; por lo que, sobre todo en la segunda parte, veremos en varios poemas al maestro del relato y la descripción que demuestra ser Juan
 con aires lorquianos además. Disfrutaremos en este sentido con su “Pequeña Sinfonía de Primavera Andaluza”, “El gorrioncillo volantón”. También con el juanrramoniano “Bartolo”, o “Sé que lloran los olivos”, emocionante con su halo de tristeza. Me ha encantado una especie de similitud que se percibe (no sé si por la manera de colocarlos) entre “Pena y llanto por Cañebolo” y “Réquiem por un poeta”.




 En cuanto a su modo de expresión, no descubro nada nuevo si me refiero al gran manejo de la métrica y la composición por parte de Juan, que en este su tercer libro aparece diversa y a tono con lo que escribe, desde el metro culto de arte mayor y la rima consonante, atreviéndose incluso con los alejandrinos y los tercetos encadenados del machadiano “Retrato en acróstico”, hasta los más populares romances o composiciones arromanzadas, algunas de ellas, como decía, con aires lorquianos, como son “Me parece que fue ayer” y tantos otros de la 2ª parte; sin olvidarnos del metro libre o de las coplas, como para ser cantadas, en “Dos canciones insulares”. Particularmente original por la profusión  de recursos literarios (anáforas, paralelismos…) es su “Villancico del pueblo andaluz”. Domina bastante bien la adjetivación que la utiliza con valentía, forzándola a veces incluso por la senda del surrealismo, así como el encabalgamiento de sus versos y las imágenes que emplea.

Y así podríamos continuar con un comentario mucho más largo que tampoco pretendíamos, concluyendo que nos parece un magnífico libro de poemas, muy completo en cuanto al estilo y forma de expresión como en cuanto a su contenido, ambos  ricos y variados. Solo nos queda darle las gracias a Juan por el regalo que nos hace de su libro al pueblo y por encumbrarlo y encumbrar a Andalucía con su arte.

Cuando termino de escribir estas líneas me envía un alegre mensaje de que su libro ya está en Amazon y, por tanto, "ya está por todo el mundo". Y es cierto, lo he comprobado y así es, para su satisfacción y la de todos los paisanos.

 

 



Pedidos de libros en formato papel y e-book (libro electrónico): 

-         En papel, buscar la página web en WWW.esstudioediciones.com

-         En e-book, buscar PlataformaEditfuss, S.L.ediciones. C/ Arroyo de Pozuelo, 109, 2º A, 28023, Madrid. 

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-         Teléfonos: 910024427 y 663814773

 (En ambos casos, mencionar título, obra y autor: “Cántico andaluz”. Juan Bernaza Castro)

 

    -  Y en Amazon.es

 

 

 Cordialmente,  Rafael Velasco Riejos, maestro y profesor de Secundaria de la especialidad de Lengua y Literatura jubilado

jueves, 22 de octubre de 2020

Paisajes de agua (VII): Azud del río Retortillo en Piedras Blancas

                                   







                 El Azud en el centro de las dos imágenes entre un bosque de ribera



 
Se trata de una pequeña presa ( azud: del árabe as sad “barrera”) con la que se eleva el nivel del agua en un pequeño tramo del río Retortillo para su extracción y abastecimiento de la localidad de La Puebla de los Infantes desde la década de los años ochenta del anterior siglo. Se encuentra al NE del término municipal en un espacio conocido como “Piedras Blancas” a este lado del río, colindante con el término municipal de Hornachuelos (Córdoba).Se accede a través de un camino vecinal y rural  conocido de antiguo como camino del cortijo El Monte y en la actualidad como camino de la Planta Potabilizadora o del Azud del Retortillo; camino público hasta unos 4 Kms. aproximadamente y privado hasta los 3 restantes : 1 km. hasta la potabilizadora y 2 kms. más hasta el azud, por lo que su acceso esta limitado a tenerse que pedir permiso previamente a menos que encontremos un atajo desde la presa de Sofío (CTF) unos 400 mts. más abajo. Este azud se encuentra así mismo a unos 3,5 kms. por debajo  del embalse del Retortillo, en un paraje natural espectacular, cobijado por un bosque de ribera.


Aproximación al Azud desde un promontorio cercano


Instalaciones:

El azud comprende el muro de la presa con sendos contrafuertes en ambos extremos cuyo aliviadero abarca aprox. las 3/5 partes de la misma que retiene una superficie de agua de unos 3000 metros cuadrados (150m de longitud x 20m de anchura media aprox); en la margen derecha del muro un canal que acerca el agua a la caseta de motorización hasta un pozo cuadrado con compuerta, creemos que para su limpieza cuando corresponda, que la elevará hasta las instalaciones de la planta potabilizadora de filtrado,decantación y potabilización propiamente dicha que se encuentra a unos 750 m de longitud en línea recta y 165 metros de altitud aproximadamente.                                                          El canal que acerca el agua a la caseta, creemos que debe estar dotado por la parte de la entrada de algún elemento metálico de malla para impedirle el paso a elementos sólidos pero no se puede apreciar dada la turbiedad de dicha agua  pues según se nos informa el azud no se suele dragar ni limpiar en superficie.

                                                                                       








Presa y aliviadero


Pozo para la extracción del agua por bombeo

Descripción hidrogeológica:  
Hemos hecho referencia en la descripción inicial a que este azud se encuentra en el cauce del río Retortillo, afluente del Guadalquivir por su derecha que va sirviendo de límite entre la provincia de Sevilla por el TM de La Puebla de los Infantes y Córdoba, por el TM de Hornachuelos. Está ubicado entre la presa y embalse del Retortillo, conocida también como de El Águila,  por una gran propiedad que sumerge en parte ( a unos 3,5 Km.) hacia arriba y la presa y molino de Sofío ( otro punto de interés para CTF) próximos hacia abajo. Y a continuación, a unos dos Kms. aprox. comienza el embalse de derivación del Retortillo que reparte sus aguas para riego y abastecimiento de varias poblaciones en su presa, distante del azud a unos 5 Kms. aprox. (también punto de interés para CTF).
El río Retortillo al ser un río de sierra ( Sierra Morena- Sierra de Hornachuelos) realiza casi todo su recorrido en curso alto, si bien se elegiría en su día el emplazamiento del azud del que tratamos en un pequeño tramo de cierta horizontalidad y un promontorio relativamente cercano que enviara el agua por su pie mediante colector hasta la localidad de La Puebla de los Infantes, distante 5 Kms.
En nuestro recorrido hasta el azud, en un buen tramo por terrenos del valle del Infierno hemos observado, por su proximidad al camino de acceso,  elementos hidráulicos de gran importancia histórica, en concreto el manantial y noria de la huerta El Pesebre (CTF) y un tramo de acueducto romano que abastecería villae hispanorromanas por el olivar de La Parrilla. 
                                                                    


  Embalse del Azud cobijado por su bosque de ribera

Descripción arquitectónica:                                                              
  Las instalaciones descritas más arriba con que cuenta el azud carecen de interés arquitectónico toda vez que en su construcción primó la funcionalidad y eficacia más que otras motivaciones, pero dado que al cabo de 40 años de funcionamiento no han sufrido apenas deterioro y se mantienen por tanto en buen estado diremos que el muro de contención tiene en lo que se muestra a la vista una longitud de unos 35 metros, anchura de 1 metro y una altura en superficie de unos 2 metros, con iguales medidas dos grandes contrafuertes en ambos extremos. En el armado del muro, creemos que compuesto de buenos materiales en su construcción, debemos destacar el aliviadero de unos 20 metros de longitud.Como decíamos más arriba, en la margen derecha hemos de reseñar así mismo un canal entrante que aproxima el agua a la caseta de motorización  de un metro de anchura que abastece un pozo cuadrado de 1x1 m. con compuerta de entrada, creemos que para su limpieza cuando corresponda, de unos 3 metros de profundidad.De la caseta reseñar que solo la hemos podido observar por fuera, de unos 3x4 m.,construida con ladrillo y mortero de cemento, enlucida de cemento y arena, encalada, que se conserva en buen estado.                                                                                           
                      
Planta potabilizadora del azud del Retortillo en Piedras Blancas
              

Antecedentes históricos:                                                                                  Para comprender la construcción de esta presa y sus instalaciones, así como las complementarias de la planta potabilizadora debemos remontarnos a los comienzos de la década de los años ochenta en que tras varios intentos en décadas anteriores se proyecta por fin la construcción de la presa para embalsado del agua de lo que en principio se le denominó “del Guadalvacar” y cuando se inauguró se le nombró oficialmente como “José Torán Peláez” ( Teruel, 1916-1981) famoso ingeniero español de obras hidráulicas españolas e internacionales. La Puebla de los Infantes, en cuyo término municipal iba a estar ubicado el embalse, que ocuparía una superficie de 650 Has., a través de sus representantes, reclamó unas compensaciones dado que iba a quedar anegado uno de los dos valles del término municipal, el de Castril.Efectivamente se le concede, junto a otras, esta obra hidráulica, descrita más arriba que paliaría las dificultades de abastecimiento existentes porque el único manantial con que entonces contaba el pueblo para ello, el de La Aliseda (CTF), se apocaba en los meses de verano, precisamente cuando la población se incrementaba como consecuencia de que muchos puebleños de la emigración retornaban a su pueblo a disfrutar de sus vacaciones estivales, aparte el incremento del consumo  de la población en general como consecuencia del calor.                                              Con el paso del tiempo ,con ayuda de la Diputación, se adecuó el histórico y caudaloso manantial de Banduro del centro de la localidad porque el agua del azud del Retortillo siempre que se recurre  a ella resulta muy cara tanto por su bombeo y elevación como por todo el proceso de potabilización, pues contiene, entre otros elementos, un alto nivel de hierro que hay que corregir.                      Hoy, con perspectiva histórica, nos lamentamos en el pueblo del excesivo gasto que conlleva esta agua que por otra parte su resultado final no es de tan buena calidad como la de nuestros dos manantiales citados. Y creemos que si hubo que recurrir a ella debería haber tenido su toma en la presa del Retortillo, 3,5 Kms. más arriba, desde donde podría haber venido por su pie sin necesidad de motorización ni bombeo.



   La Puebla de los Infantes, a 5 Kms., desde la planta potabilizadora


Aspectos culturales y etnográficos:                                                                  Esta ruta, la del camino del azud del Retortillo, con independencia de sus bellos paisajes y panorámicas dignas de fotografiarse para el recuerdo, podría ser un buen recurso didáctico para dar a conocer diversos sistemas hidráulicos empleados por estas tierras en los últimos dos mil años. Al comienzo, a poco más de un kilómetro, nos encontramos el manantial y noria de la Huerta El Pesebre (CTF) con sus acequias y alberca distribuidora para el riego por su pie que data de finales del siglo XIX pero con reminiscencias de nuestro periodo andalusí. Un poco más adelante, a unos dos kilómetros de la localidad, pasamos por un olivar en la zona de La Parrilla donde se nos muestra restos de un acueducto hispanorromano, conectado en su tiempo probablemente con el manantial del cortijo del Monte o de San Enrique (CTF), que a través de él se conduciría el agua a diversas villae y alfares del valle del Infierno. Al final del recorrido el sistema de retención de aguas (“as sad”), también de origen andalusí, no para su embalsado en si sino para su derivación, en nuestro caso para el abastecimiento, pero podría ser también para una noria que la extrajera o para un molino harinero, como podemos comprobar desde un promontorio cercano a vista de pájaro que es el caso de la presa y el molino de Sofío (CTF).

Enlace para acceder a la catalogación para el proyecto Conoce tus fuentes:

http://www.conocetusfuentes.com/ficha_detalle_otros_tipos.php?id_fuente=1027

 

 

 

viernes, 2 de octubre de 2020

Paisajes de agua (VI): La alameda de los antiguos huertos del valle de Castril


                               La alameda de Oeste a Este desde el arroyo El Toril


También  conocida en el pueblo como “Alameda de Genaro”. La hemos elegido como punto de interés en relación con el agua porque cuando la hemos visitado a finales de septiembre de este año, frente a la sequedad circundante y el embalse José Torán bajo mínimos históricos, nos encontramos este espacio con rumor de agua de sus fuentes, rezumes por doquier y una importante surgencia al llegar al vaso del referido embalse. Cuando hablamos de rumor del agua en la alameda es porque como se puede apreciar en las fotos dicha agua está totalmente inaccesible a la vista por la espesura de zarzales en ambos márgenes.La zona de esta vaguada, o regajo procedente de las estribaciones al Oeste de Sierra León, conocida como alameda con dos nombres,  la hemos limitado a la comprendida entre la carretera de El Sanguino (SE-146), a unos 500 m de su origen y la zona del principio o "cola" del embalse José Torán, según se viene de La Puebla de los Infantes, a unos 3 Km de la población, porque si bien  su regajo continúan más arriba de la carretera El Sanguino, esa parte está completamente seca a estas alturas del año. Las escorrentías de la alameda pasan así mismo bajo la carretera que procede de Lora del Río ( la SE-6102) y tienen su mayor surgencia a unos metros más abajo, en un espacio hermoso en el que abundan plantas aromáticas (hinojos, mastrantos...) y aves silvestres merodeando para beber en su agua natural y transparente, junto al margen izquierdo del camino o sendero de Los Almendros que discurre por casi toda la margen izquierda del embalse, a unos 200 m de su inicio o aparcamiento de El Cañuelo.










   Desde El Cañuelo, al fondo la alameda                        

                             
                          La alameda a la altura del P.K. 18,800 de la carretera de Lora del Río

Hidrogeología

Hemos hecho referencia  a estribaciones en el lado Oeste de la tan renombrada Sierra León de gran importancia hidrogeológica a tenor de la gran cantidad de fichas de inventario que llevamos realizadas con este origen de las aguas. Hemos hecho referencia así mismo a un regajo de dicha procedencia por donde discurren durante el invierno y la primavera las aguas naturales procedentes de las lluvias. Las escorrentías continúan hasta el principio del verano por la existencia de algunas fuentes de poca entidad regajo arriba; pero es en el tramo que hemos delimitado al principio donde el agua fluye de manera inagotable durante todo el año aunque suframos por estos pagos la sequía de este. Sin embargo esta agua se filtra a finales de septiembre sin llegar al arroyo El Toril que es el que la recibe en otras épocas del año.
Cercana a este punto de interés, a unos 300 m. hacia el N. tenemos la fuente El Cañuelo(CTF) y en dirección hacia el Sur algo más distantes tenemos otras también catalogadas para el Proyecto Conoce tus Fuentes: el manantial de la Fundición, el lugar aproximado de lo que fue la fuente de Los Quejigos, el manantial de El Laurel, fuente de López, fuente de Las Palomas, Vera I, Vera II...Y la Presa y embalse de José Torán, también catalogado como punto de interés para el proyecto CTF. Los tipos de rocas que apreciaremos por esta zona suelen ser: calizas, dolomías, esquistos y rocas volcánicas del Paleozoico.



Margen izquierdo de la alameda, de Este a Oeste








El arroyo El Toril completamente seco a finales de septiembre


Antecedentes históricos

Al haber hecho mención de ello debemos referirnos a que este espacio que nos ocupa formó parte de una propiedad, como tantas otras que fueron expropiadas en la década de los ochenta del anterior siglo para tras la construcción de su presa comenzar el embalsado de agua de José Torán a finales de dicha década, propiedad que en su parte más alta tuvo plantación de olivos, en la zona intermedia, circundando la alameda, fue tierra de labor y en la parte del valle y disfrutando de estas aguas, como las del arroyo El Toril al W (columna vertebral del embalse), para huerta-huerto y ganado.La propiedad no tuvo necesidad por tanto de abrir pozo ni instalar noria como otros casos similares que conocemos, concretamente en el otro valle del pueblo, el del Infierno, porque contaba con esta gran riqueza de agua.



                Importante surgencia de agua de la alameda junto al sendero "Los Almendros"











          La surgencia de Sur a Norte


                                        

                                           Otra surgencia cercana de menor entidad


Aspectos culturales y etnográficos:

Cuando uno recorre lugares como los que tratamos, lógicamente debe retrotraerse en el tiempo al periodo romano de gran importancia en este valle y al andalusí del aprovechamiento de las aguas a través de las albercas y su distribución por medio de acequias, así como del cultivo de la huerta y huertos, que en este caso fueron dos los que coexistieron en esta zona del valle de Castril.  Hemos hecho referencia más arriba a la gran cantidad de fuentes, a las que debemos añadir los arroyos que vierten al embalse, dignos de tenerse en cuenta para adentrarnos en el significado de sus aguas y en sus funciones a lo largo de la historia.

En la actualidad, cuando tanto se prodiga la cultura de la imagen ( fija y en movimiento), hemos presenciado en nuestra visita a estos lugares dos posibilidades para obtener extraordinarias imágenes: una el lugar de la surgencia del agua. Cuando merodeaba por él no dejaban de acudir multitud de aves silvestres a beber, por la falta de agua en los alrededores, por lo que pensamos que podría ser un extraordinario lugar para el avistamiento de aves y la fotografía de Naturaleza. Otra posibilidad la ofrece el inmenso espacio verde en que se va convirtiendo la parte del vaso del embalse sin agua y el ganado que acude a él.

Haremos mención también a que esta alameda de la que tratamos, por su constante humedad, ha sido siempre lugar apetecido para los amantes de la micología y en concreto por los que prefieren las suculentas setas de álamos.
Finalmente comentaremos que todo el entorno de nuestra surgencia, pero que podría extenderse a todo el sendero de Los Almendros, sería un lugar propicio para la enseñanza-aprendizaje de nuestra geografía, nuestra historia, sobre todo a partir de la época romana, nuestra etnografía, y la gran variedad de plantas y aves que pueden presentarse a nuestra vista, así como de rocas y minerales.

En los últimos años, por esta época, al entrar el agua del embalse José Torán en recesión comienzan a aflorar muchos restos de lo que fue la vida en este valle tanto del pasado lejano, como del más cercano antes de ser cubierto por las aguas.

 

 

      Restos de la propiedad de una de las dos huertas


                                              
                              El embalse José Torán en mínimos históricos a finales de septiembre



                 Estampa pastoril por el vaso del embalse



                                 Puente de los Cinco Ojos, Sierra León y al fondo Las Francas


                                                              Textos y fotografías: Rafael Velasco, Octubre 2020