martes, 23 de enero de 2018

Una triste despedida

  Amigos y amigas lectores de VIVA La Vega. Habréis comprobado en el último número, el 79 de Enero 2018, en la Pag.3, el artículo de uno de los directores de este periódico, Diego Garrido, titulado “Una triste despedida” en el que da a conocer el cierre del periódico por no ser viable económicamente al tiempo que nos agradece nuestra colaboración a los que hemos participado en este proyecto desinteresadamente, etc…



Personalmente considero que es una mala noticia porque podría tener dos lecturas a cual peor. Una, con casos como este se pone patente cómo cuidamos en España y en nuestra Andalucía a la juventud más preparada de nuestra historia, y, por ello, quienes mejor podrían tirar de las riendas del país y de nuestra comunidad autónoma; cómo apoyamos a jóvenes emprendedores como el equipo que ha venido gestionando este periódico.
¿Que es deficitario? Pues quitaos de la cabeza que se os vaya a ayudar desde ninguna administración para que sigáis prestando el servicio de potenciar la comarca de La Vega junto con La Puebla de los Infantes. Si queréis trabajar en adelante, cogéis vuestras maletas y os vais a otra región española o a otro país que funcionen mejor, sin tener en cuenta vuestro empeño e ilusiones, vuestra apuesta por un proyecto en el que estáis superpreparados o la inversión que hayáis realizado vosotros o vuestras familias. ¿Hasta cuándo vamos a permitir esta situación?



Otra segunda lectura es que pueblos  pequeños como La Puebla de los Infantes con pocos medios económicos, teníamos en el VIVA La Vega un recurso comarcal de comunicación ágil y barato para vender nuestros valores puebleños con lo que potenciar nuestro turismo, precisamente ahora cuando estamos asistiendo a una gran competencia por parte de todos los pueblos que nos rodean en torno al turismo rural. Habrá por contra que acudir a otros medios que cobran la información bastante cara y en los que no podemos competir con pueblos grandes como Palma del Río  o Lora del Río.
 En definitiva, penoso. Esta es la Andalucía y la España que nos está tocando vivir.

¿Hasta cuándo? 

martes, 16 de enero de 2018

Micología en La Puebla de los Infantes

 La micología es la ciencia encargada del estudio de los hongos en todas sus denominaciones, formas y orígenes. Se denomina fungicultura a la actividad del cultivo de hongos con destino a la alimentación humana o para fines científicos. La micofagia sería la actividad de recolectar hongos comestibles para alimentarse.
Pues bien, estas aclaraciones previas nos sirven para explicar que en La Puebla de los Infantes como en muchos pueblos seteros, o aficionados a las setas, la actividad que se ha venido  realizando tanto en otoño e invierno, si este venía lluvioso, como en primavera, las estaciones propicias, ha sido la recolección de setas silvestres comestibles para el consumo o la venta: los característicos faisanes de alcornoques y los de jara, las setas de álamo, las gallipiernas, los níscalos, el champiñón silvestre, las setas de cardo, los gurumelos…; unos conocimientos que se han ido transmitiendo de padres a hijos desde la infancia, desde tiempos inmemoriales, y que les llevaba a los puebleños a reconocer con seguridad las diferentes variedades comestibles, hasta el punto de que son casos contados los  percances en el pueblo por ingerir setas no comestibles.
Pero, hete aquí que corrían los primeros años del actual siglo, cuando se instalan en el pueblo el matrimonio formado por Tomás Illescas Ferrezuelo y Concha Morente Díaz, por motivos laborales, que tienen como afición la actividad de la micología en todas sus facetas y que en el caso de Tomás era ya presidente de la Asociación Micológica “Sierra de Córdoba”.
Fueron ellos los que ofrecieron desinteresadamente al Ayuntamiento en el año 2006 la posibilidad de  organizar unas Jornadas Micológicas anuales, que este año ha llegado a su XII edición y ha venido siendo un excelente complemento para la cultura setera puebleña, aparte el atractivo comarcal que han venido suponiendo por las actividades organizadas al efecto. 
A ellos nos acercamos hoy para que nos hablen de micología puebleña y sobre las mencionadas Jornadas de las que han venido siendo sus artífices con el patrocinio, colaboración y financiación por parte de los respectivos gobiernos municipales.

Cartel de las XII JORNADAS MICOLÓGICAS DE LA PUEBLA DE LOS INFANTES

¿Qué ha significado para vosotros, Concha y Tomás, haber llegado en 2017 a la XII edición de las Jornadas Micológicas de La Puebla?
Concha: La satisfacción de ver cómo este proyecto ha tenido continuidad durante todos estos años, ha sido asumido por el Ayuntamiento, y acogido gratamente por los vecinos y vecinas del pueblo.
¿Qué resultados constatáis en el pueblo al cabo de los 12 años?
Tomás: Que ha aumentado el interés de muchos puebleños y puebleñas por este mundo, lo que se refleja en la asistencia a las conferencias, charlas y exposiciones micológicas y fotográficas realizadas. Muchas veces, los vecinos y vecinas nos hacen comentarios y consultas sobre los hongos cuando coincidimos en la calle, incluso fuera de las Jornadas Micológicas. Por desgracia, quizá fruto del cambio climático, hemos constatado también un significativo descenso tanto de la cantidad como de la variedad de especies de hongos en estos años.
¿Y de los visitantes de las comarca de La Vega y  La Sierra Morena?
Concha: No cabe duda de que las Jornadas Micológicas, a las que han acudido no sólo aficionados de las comarcas limítrofes, sino de la capital de la provincia o incluso de otras provincias andaluzas, ha contribuido a que La Puebla de los Infantes, con sus valores arquitectónicos, etnográficos y naturales, sea mucho más conocida, lo que ha repercutido en el creciente turismo que llega a la localidad.

Grupo de recolección en las XII Jornadas. Concha, en el centro con canasto. Tomás, a la derecha agachado

Quisiéramos saber acerca de vuestra interpretación sobre la micología que tantas satisfacciones os ha dado y que os apasiona tanto.
Concha: Para nosotros la micología es una excusa para viajar y coincidir con amigos, también aficionados a este mundo, así como para estar en contacto con la naturaleza.
Tomás: No es sólo una afición, sino que se convierte en parte de tu vida porque dedicas mucho tiempo al estudio de los hongos y, a resolver consultas, intercambiar información, artículos, etc. con micólogos de todo el país e incluso de otras partes del mundo, dada la facilidad que hoy día ofrecen para ello listas de correo y grupos en redes sociales.
Desde fuera de la organización se constata, como decíamos en la introducción, que con vuestro trabajo y las actividades de las Rutas Micogastronómicas  se ha incrementado la afición en La Puebla, pero creemos que con mayor incidencia sobre las setas comestibles…
Concha: Sin duda el creciente interés por las setas se vuelca sobre todo en su aspecto gastronómico, pues los aficionados quieren recolectar más y mejores especies para su consumo, y también en que cada año los bares y restaurantes de la localidad ofrecen la “Ruta Micogastronómica”, que se realiza dentro de las Jornadas Micológicas,  tapas cada vez más creativas y elaboradas; pero no sólo en este aspecto, sino que también hay un interés creciente en otras facetas de los hongos como su belleza estética o su importancia para el medio ambiente.
¿Cuáles son las variedades de setas comestibles que se dan en La Puebla en otoño e invierno?
Tomás: Las más recolectadas en la localidad en otoño-invierno son, sin duda, los “faisanes de jara” (Leccinellum corsicum),los “faisanes de alcornoque” (Boletus aereus), la “seta de álamo” (Cyclocybe aegerita), la “gallipierna” (Macrolepiota procera), los champiñones silvestres (Agaricus spp.), la “seta de cardo” (Pleurotus eryngii) y, en mucha menor medida, el “níscalo” (Lactarius deliciosus), debido a los escasos pinares que tenemos en el término municipal.










Faisán de jara ( Leccinellum corsicum)












Faisán de alcornoque (Boletus aereus)









¿Cuáles las de primavera?
Concha: En primavera se encuentran algunas especies exclusivas de esta estación, como el muy apreciado “gurumelo” (Amanita ponderosa), aunque si las condiciones climáticas son buenas, se pueden encontrar muchas de las especies que fructifican también en otoño o invierno, como los “faisanes”, las “setas de álamo” y las “setas de cardo”.
Tomás, una vez más te pedimos que nos expliques las diferencias que creas oportunas entre lo que llamamos el faisán de jara y el de alcornoque
 Son hongos que pertenecen a una misma familia (Boletales u hongos con himenio o parte fértil de la seta formado por tubos que terminan en poros), pero a distintos géneros: el faisán de jara pertenece al género Leccinellum, y el de alconoque al género Boletus. Como características distintivas más importantes, los tubos del faisán de jara son siempre amarillentos a verdosos, y su carne primero enrojece ligeramente para luego ennegrecer, mientras que la carne del faisán de alcornoque es siempre blanca e inmutable al corte, y sus tubos al principio son blancos, para luego amarillear y terminar con un tono verdoso; también su pie está adornado con una red que el faisán de jara no presenta. Mientras el faisán de jara crece asociado a distintas especies de jaras, el faisán de alcornoque micorriza a alcornoques y encinas.


Seta del olivo, venenosa ( Omphalotus olearius)

¿Cómo aconsejáis que se realice la recolección de setas?
Tomás: Es recomendable utilizar cesta sobre todo para favorecer la conservación de los ejemplares recolectados esparciéndose sus esporas. La bolsa de plástico no es adecuada, pues en ella las setas se golpean e incluso pueden fermentar por el calor y la humedad. En cuanto al tema de cortar o arrancar, no hay estudios científicos que avalen que una u otra forma afecte más o menos al micelio. Yo prefiero arrancar los ejemplares porque así se pueden ver sobre el terreno caracteres que de otra forma pueden pasar desapercibidos, como la posible volva. Lo que en ningún caso se debe hacer es remover el terreno con un rastrillo o con un palo, o escarbar alrededor del hongo con la navaja, lo que sí puede afectar al micelio que es subterráneo.
¿Queréis añadir alguna cosa más que consideréis oportuna?
Concha: Reiterar el cuidado que hay que tener al comer setas silvestres, ya que en nuestro entorno existen especies mortales o muy tóxicas. Recomendamos consumir sólo las especies que se conozcan perfectamente, y mejor si sólo se recolectan las especies que se han consumido tradicionalmente, pues aportan más seguridad alimentaria.
Tomás: Al hilo de lo que comenta Concha, comento que se están dando casos de intoxicaciones graves en nuestra provincia con una especie tóxica de origen tropical muy similar a las “gallipiernas”, llamada Chlorophyllum molybdites. Se ha documentado un caso en el Hospital de Valme en 2014. Recordar también que actividades alternativas como la fotografía micológica pueden ser tan satisfactorias como comer un buen plato de setas,
Solo nos queda dar las gracias a Concha y a Tomás,  por su colaboración para hacer posible el presente reportaje, al tiempo que les reconocemos su espíritu participativo, altruista y de servicio al pueblo en estas y otras actuaciones durante ya muchos años. ( Fotografías: Tomás Illescas)