miércoles, 26 de junio de 2019

Al encuentro de los ancestros puebleños de La Dehesilla en el solsticio de verano de 2019



                         Amanecer en el solsticio de verano en el altar de sacrificios de La Dehesilla  ( a la derecha).                             Fotografía panorámica de Antonio Aguilera

               Este año hemos estado dos pequeños grupos de personas en torno al altar de sacrificios celtíbero y al santuario de La Dehesilla para disfrutar del amanecer en este lugar especial y mágico  del fenómeno de los rayos de luz solar a su salida, en torno a las 7 de la mañana, deslizándose primero sobre la cúspide de dicho altar y a la par iluminando también el santuario aledaño en el promontorio. Un grupo estuvo el viernes 21 y otro el sábado 22 de junio. Para el caso es igual pues este fenómeno tiene lugar entre el 21 y 22 de junio. Son fechas aproximadas debido a las irregularidades del calendario gregoriano y los años bisiestos. Quedémosnos con este dato al comenzar el relato que ofrezco a continuación: El altar y santuario celtíbero de La Dehesilla tienen en su haber el que han estado desde siempre junto a los elementos: peñas, bosque, agua, cuevas…muy apreciados por estos pueblos de la antigüedad.


                        Los rayos del Sol nada más salir parece como si acudieran en primer lugar a la roca del altar                           Fotografía de Antonio Aguilera


También al  santuario cercano











                                                                       

 El solsticio de verano
En astronomía el término solsticio, que proviene del latín solstitium, (sol sistere,  significa sol quieto), se refiere a la época del año en que el Sol, en su trayectoria aparente, se halla sobre uno de los dos trópicos, dando lugar a la máxima desigualdad entre el día y la noche. La inclinación de la Tierra en el Hemisferio Norte está más cerca del Sol y en el Hemisferio Sur se encuentra más alejada del Sol, (solsticio de invierno). La observación de estos acontecimientos es tan antigua como la humanidad. Los primitivos habitantes de nuestro planeta comprobaron que a partir de un día determinado, en el solsticio, el Sol perdía su fuerza, la disminución de la luz era evidente y éstos, desconociendo la razón, pensaban que al final el astro rey no volvería a salir, lo que les hacía temer por su supervivencia. Ahí empezó la historia de los rituales de adoración al Sol, las plegarias, el encendido de hogueras y antorchas como símbolo de la luz que ilumina la oscuridad; las hogueras de San Juan, por ejemplo. Veneraron su energía para congraciarse con este principio divino del dios que les daba el calor de la vida. Estas costumbres fomentaron en la cultura popular muchas creencias referentes al poder del Sol.


Altar de sacrificios celtíbero de La Dehesilla

El fenómeno del sol en el altar de sacrificios de La Dehesilla
Lo que en la tradición oral de La Puebla de los Infantes se conoce popularmente como “Sillón del Moro” no es sino un antiguo altar de sacrificios  con dos plataformas, está más que constatado que de la cultura  celtíbera ( ibera con influencias celtas) dado el significado que tuvo para ellos el Sol, los elementos que relacionábamos más arriba y este tipo de ceremonias religiosas que conllevaban sacrificios de animales; pero también por la similitud de nuestro altar con otros celtíberos como el de Ulaca, en Solosancho (Ávila). ¿Y qué motivos podían tener las tribus celtibéricas para estar tan pendientes del Sol ? Como en la mayor parte de las ocasiones, su propia supervivencia. El hecho de seguir sus movimientos y poder calcular el paso de las estaciones suponía también controlar los ciclos de la agricultura y la ganadería para poder optimizar los beneficios.



El altar de Ulaca( Solosancho. Ávila 300 a. C. - 50 a. C.) muy parecido al nuestro, con algunas plataformas más

La maduración de los productos agrícolas depende de la insolación, por lo que previniendo las horas de Sol se pueden optimizar las cosechas. De la misma forma, la luz del Sol también afecta al ganado en cuanto a la disponibilidad de los pastos para alimentar a los animales, lo que determina también los movimientos de trashumancia en busca de estos pastos.
La reproducción de los animales también depende del sol, ya que la aparición del celo en las hembras depende de la temperatura y de la luz ambiental. Esto permitía planificar los rebaños con antelación al poder calcular más o menos cuándo se producirían los nacimientos de los nuevos animales.
         Los sacrificios y el culto al Sol, muy relacionados con las cosechas ...( Panorámica de cultivos de La Dehesilla.               Foto desde el Santuario)










...y con el ganado ( Explotación ganadera en La Dehesilla)
       
Explotación de ganado lanar cercana a La Dehesilla


Al igual que ocurre en otros lugares de España, el enclave del altar de sacrificios de La Dehesilla, por tanto, debió tener un carácter religioso y los sacrificios debieron ofrecerse al dios Sol. No está ubicado en aquellas rocas por capricho, sino porque en el solsticio de verano el sol en su salida dirige sus rayos a la cúspide redondeada de la roca. A unos 100 metros hacia el Sur, en un promontorio, diversos historiadores y arqueólogos creen ver un antiguo santuario de peregrinación de esta misma cultura también de veneración al dios Sol.
Quien oficia la ceremonia del sacrificio de animales es un sacerdote o arúspice
 (fueron muy escasas las sacerdotisas en esta cultura) que además del ofrecimiento al Sol, extrae de las entrañas del animal sacrificado predicciones y augurios para el futuro.
Terminaba la ceremonia con la comida de los animales sacrificados asados y el festejo por los buenos presagios del sacerdote.






Estela-menhir neolítica (3000 años a. C.) posiblemente de
una diosa de la fertilidad  encontrada en La Dehesilla,
quién sabe si anticipo de lo que llegarían a ser las diosas
 Astarté de Andalucía
Detalle de cara ,deteriorada por faltarle una lasca, y  pechos en la parte inferior

                                    
Algunas aclaraciones a posibles interrogantes sobre nuestros ancestros de la Edad Antigua
En la entrada anterior de este blog sobre el Tesoro de La Puebla de los Infantes decíamos que este había sido encontrado en el entorno de este altar de sacrificios y que en referencias sobre él se le apellida muchas veces como “turdetano”. ¿ Cómo esta coincidencia de dos culturas diferentes? Estamos convencidos de que el espacio de La Dehesilla fue un crisol de culturas desde tiempos inmemoriales, al menos desde el Neolítico y toda la Edad de los Metales de la que tenemos constancia por restos aparecidos. Uno de los más antiguos la estela o estatua-menhir del Neolítico ( unos 3000 años a. C.) que tenemos en el hall del teatro cine municipal “Andalucía” encontrada por un agricultor con su arado en aquel espacio.Representa una figura de mujer, símbolo de alguna diosa que se clavaba profundamente en la entrada del poblado para soportar las inclemencias de los vientos con fines rituales, astronómicos o sencillamente religiosos. Todas las culturas desde entonces tienen como hilo conductor o identidad, la de ser iberas ( unas más avanzadas que, por ejemplo, procuraban sobre todo el oro y la plata, o conocían la escritura..., como los tartesos y después a partir del 500 a. C. los turdetanos, que los tuvimos también en La Dehesilla por la influencia del importante núcleo tarteso de Setefilla); y los celtas, pueblos nórdicos, descubridores del hierro, que en todo el milenio a. de C. se han ido fusionando con los indígenas iberos, incluída Andalucía y La Dehesilla. Conclusión: Pudieron ser coetáneos celtíberos y turdetanos ( sus raíces eran en ambos casos iberas), cada uno con características diferentes que dieron lugar a ceremonias religiosas diferentes como esta que tratamos hoy de los celtíberos o a tesoros diferentes y el uso de metales distintos como el que tratamos en la entrada anterior. Otra conclusión que no por repetida debemos obviarla: la de la fusión, convivencia y colaboración de culturas,  que al cabo de dos mil y pico años todavía algunos no acaban de asumir como normal y natural.
Grupo de historiadores e investigadores recorriendo este emblemático lugar

Epílogo
Hemos hecho mención en esta entrada del blog, la nº 103, al espacio en el que se asentaron las primeras poblaciones de la Edad Antigua que  posteriormente se reconvertirían en una cultura hispanorromana a partir de la conquista (206 a. C.) asentada sobre todo en villae de los dos valles , Castril e Infierno, formando parte de la municipalidad de Celti y la producción de aceites, ánforas y alfarerías... Pero limitándonos al pequeño espacio que ocupan los mencionados altar de sacrificios y santuario celtíberos, debemos señalar que ocupan un lugar de extraordinaria importancia sometido durante siglos al más absoluto olvido y a lo largo de las últimas décadas al expolio con los detectores de metales, que hemos comprobado in situ muchas veces, y  como lo demuestra el requisado del Tesoro de La Puebla de los Infantes en el mercado negro por parte de la Guardia Civil, del que tratamos en la entrada anterior. Creemos que habría que hacer algo. Se me ocurre que con el objetivo de convertirlo en un parque temático de nuestra historia de la Edad Antigua, para investigaciones históricas, arqueológicas, etnográficas..., visitas escolares y turísticas, etc..., lo primero que habría que hacer es convertirlo en un BIC ( bien de interés cultural). Tenemos entendido que para los BICs que se encuentran en terrenos particulares la Unión Europea está subvencionando a los propietarios a cambio de que no se deterioren más de lo que están estos yacimientos, se controlen las entradas de personas y de que conforme a un proyecto establecido con las instituciones pertinentes ( Ayuntamientos,etc...) se puedan llevar a cabo las actividades mencionadas a lo largo del año.Las generaciones futuras, cada vez más cultas y deseosas de descubrir su pasado para entender mejor su presente, nos lo agradecerán.

                                                                                               Rafael Velasco

viernes, 14 de junio de 2019

El tesoro de La Puebla de los Infantes

En la imagen de intrahistoria puebleña nº 1 ( entrada 45 de este blog) decíamos:
                                             La historia de La Puebla
                                            de cualquier edad o tiempo
                                            se concentra en La Dehesilla
                                            cerca de la fuente El Hierro

Valle de La Dehesilla por el que discurre el arroyo del mismo nombre ( Al fondo, la fuente El Hierro)


ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Efectivamente es en este espacio de La Dehesilla del término municipal de La Puebla de los Infantes en el que debemos ubicar este tesoro por ser donde se suceden los asentamientos humanos más antiguos del pueblo de los periodos Neolítico, Calcolítico, Bronce...o dicho de otra manera: Genéricamente habría que hablar de poblaciones iberas, pero si tenemos en cuenta sus características diferenciadoras, tendríamos que referirnos sobre todo a tartesos y turdetanos ( Desde el 1000 a. C. hasta la conquista romana de estos territorios, 206 a. C.  ) compatibilizándolas de alguna manera con  entidades étnicas como la de los celtas o celtiberos. De ahí que teniendo en cuenta cuándo fue creado y sus características propias nuestro tesoro en cuestión suela apellidarse en algunos textos como "turdetano": Tesoro (Turdetano) de La Puebla de los Infantes.



















¿Quiénes eran los turdetanos, o en nuestro caso los puebleños turdetanos?
Los turdetanos eran los descendientes de los tartesios, pero con algunas diferencias: La civilización tartésica es paralela a la llegada de los fenicios a Gádir (1100 a. C.- 500a. C). Tiene por tanto una gran influencia fenicia y griega en los bronces, joyas, cerámicas, dioses, agricultura... El espacio en que se desarrolla ocupa las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla, siendo precisamente Setefilla uno de sus núcleos más importantes. Ejemplo de la influencia fenicia en su manufactura es el caso del Tesoro del Carambolo  encontrado en una colina a sólo 3 Km. de Sevilla por lo que se encuentra en el Museo Arqueológico de esta ciudad, muestra un conjunto de cerámica y joyas de oro de 24 kilates.  
Los turdetanos, a diferencia de sus antecesores, tuvieron una mayor influencia de los cartagineses como apreciaremos después en nuestro tesoro. Su territorio se amplió, como podemos observar en los mapas, con relación al de los tartesos a Córdoba, Málaga y parte de Jaén...Y en cuanto a su cronología, harían notar su influencia entre el 500 a. C. hasta el 206 a. C. en que estos territorios quedan conquistados por los romanos.
Estrabón, antiguo geógrafo e historiador griego refería de ellos: " son considerados los más cultos de los iberos, ya que conocen la escritura y según sus tradiciones ancestrales, incluso tienen crónicas históricas, poemas y leyes en verso que ellos dicen de 6000 años de antigüedad..."
Por tanto, una personalidad propia dentro de la cultura de los iberos o celtíberos: cerámica pintada con decoración geométrica, escultura animalística que en época romana se continuó con figuración humana, etc...Otras particularidades serían sus necrópolis y enterramientos, su lengua que estaba más próxima a la de los iberos que a la de los tartesios. Y la minería que era el  recurso principal para ellos ( sobre todo el cobre, la plata y el oro).
Aparte Setefilla ( Lora del Río)y La Dehesilla en La Puebla ya mencionados, tenemos muy cerca del pueblo, en El Turruñuelo, en el límite con el T.M. de Peñaflor, dos grandes fortificaciones tartésico-turdetanas: La Mesa Cordobesa y La Cerquilla.


Tesoro ibero de Jávea, a la izquierda y Tesoro de La Puebla de los Infantes, a la derecha ( Museo Arqueológico Nacional)

 DATOS SOBRE EL TESORO
 El Tesoro de La Puebla de los Infantes se encontró en 1982 en el entorno de lo que se conoce en el pueblo como el "Sillón del Moro", pero que se trata en realidad de un antiguo altar de sacrificios de la civilización celtíbera. Data de la segunda mitad del S. III a. C. ( entre el 300 a. C. y el 200 a. C.). Fue creado por orfebres turdetanos, dadas sus características y la fecha de su fabricación, está compuesto por piezas de orfebrería de oro y plata y monedas hispano-cartaginesas, de las cuales se conservan un shekel y un cuarto de shekel que se relacionan con la Segunda Guerra Púnica (218-206 a. C.). La relación de las piezas son las que siguen: En oro una diadema,  tres torques, una fíbula, un collar y un anillo,  así como las siguientes joyas de plata: seis brazaletes, doce anillas, cinco anillos de chatón liso, dos monedas de plata púnicas ( shekel y cuarto de shekel).



Torque de oro

fíbula de oro




anillo de oro


shekel ( moneda cartaginesa) de plata

brazalete de plata



En la tradición oral de La Puebla se comenta que este tesoro fue interceptado por la Guardia Civil, que al ser un cuerpo de seguridad nacional tuvo que ser trasladado a Madrid, motivo por el que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional y no en el Arqueológico de Sevilla, donde está depositado el del Carambolo, como se podría suponer.

 Se encuentra a la derecha en una vitrina de máxima seguridad compartida con otro de Jávea ( a la izquierda) de similares características por tratarse también de la cultura ibérica.

Diadema de oro


Sobresale entre sus piezas la diadema de oro: Con estructura de tradición orientalizante, su cuerpo central es articulado en bandas de dos pequeñas placas con la imagen de la diosa mediterránea con las alas plegadas sobre el cuerpo y las manos bajo los senos.





Detalles de la diadema