A la memoria y en reconocimiento a Francisco Chamizo Domíguez con quien me unieron los temas del agua pública de La Puebla de los Infantes
( Artículo publicado por el Instituto del Agua de la Universidad de Granada en el Boletín del segundo semestre de 2024, de su proyecto Conoce tus fuentes. Enlace:https://www.conocetusfuentes.com/docume.../doc_prensa_68.pdf )
La Puebla de los Infantes es un bello pueblo serrano, a caballo entre el valle del Guadalquivir y la parte sur de la Sierra Morena sevillana, al este de la provincia, que identifica tal ubicación el encontrarse el municipio inmerso en una subcuenca del Guadalquivir limitada de este a oeste por los cauces del río Retortillo y del Guadalvacar, afluentes del Guadalquivir por su margen derecha, y de norte a sur entre Sierra Morena y una estribación denominada Sierra León de una gran importancia hidrogeológica, que da lugar en sus dos vertientes, la meridional, del término municipal de Peñaflor y la septentrional, del T.M. de La Puebla de los Infantes, a numerosas surgencias de manantiales y/o fuentes, el estudio de casi todos incorporados al proyecto Conoce tus fuentes.(1)
La Puebla de los Infantes, es
un municipio rico en puntos y paisajes de aguas, relacionados a su vez con una dilatada historia y etnografía que se manifiesta en la
abundancia de yacimientos arqueológicos de toda índole. De manera que nos vemos
obligados a una cierta sistematización de los mismos en cuatro bloques:
1.- Los puntos de agua públicos dentro del
casco urbano (manantiales, fuentes y pozos, pilones, pilares, lavadero público
“Las Pilas”, aljibe…)
2.- Las fuentes del término municipal,
que rondan el centenar
3.- Los pozos del término municipal,
embovedados y a cielo abierto ( en lo
que habría que incluir los de las norias de finales del siglo XIX) que por su
cuantía, diversidad, funcionalidad e historia merecen ser tratados como bloque
4.- Otros
puntos de interés en relación con el agua, también del término municipal:
acueductos y cisternas de la cultura hispanorromana(2); qanats, aljibes,
albercas, aceñas, acequias, de la hispanomusulmana(2); presas (algunas de ellas
de aceñas antiguas), embalses ( dos del Plan Bembézar de los años sesenta del
anterior siglo: José Torán y margen derecha del Retortillo)…
Noria de la huerta El Pesebre
En esta ocasión nos
referiremos a los pozos y en concreto a los embovedados por su singularidad, hasta
el punto de que apenas se prodigan en los pueblos de alrededor de La Puebla de
los Infantes.
Cuando me propuse inventariarlos y realizar una ficha del conjunto como puntos de interés para el proyecto Conoce tus fuentes en el año 2019, llegué a presenciar y fotografiar casi una veintena de ellos, recuerdo que indagué al respecto preguntando a personas mayores que consideraba documentados en la materia. Se me informó que la estructura de estas construcciones: entibado, generalmente profundo a base de piedras calizas con mortero de cal y arena; embovedado de extraordinaria factura, normalmente de ladrillo macizo, pilar y lavadero adosados alrededor de ellos, que se llenaban con el vertido del cubo de agua que se elevaba a través de carrucha…respondían a una época concreta, el siglo XIX, en que se promulgan leyes supresoras de señoríos y mayorazgos y la propiedad se extiende a otras clases sociales para lo que influirían también las desamortizaciones. Se produce un impulso de la agricultura por el que muchas familias comienzan a vivir en pequeñas casas construidas en los campos (“casillas”) por temporadas de laboreos, recolecciones, cuidado del ganado, etc.
Pozo embovedado en La Marquesa
A las circunstancias anteriores,
en La Puebla de los Infantes, habría que añadir que en este siglo XIX se
produce un gran auge de la minería con el complejo “Minas del Galayo”, por lo
que los mineros, experimentados entibadores, realizarían estas magníficas obras
de nuestros pozos embovedados en sus días libres, como una manera de
complementar sus ingresos.
Detalle de la bóveda
Detalle de la carrucha para la soga y el cubo
Detalle de pileta lateral por la que se llenaba el abrevadero y lavadero exterior
Todos los argumentos
anteriores me resultaban bastante convincentes por razonables, pero no atinaba a comprender por
qué este tipo de pozos embovedados no se construyeron, por ejemplo, en el
pueblo vecino de Peñaflor, distante de La Puebla de los Infantes 10 Kms. con
gran actividad minera también en el mismo tiempo.
Soy aficionado a la
investigación histórica y etnográfica y desde 2019 hasta 2023 tengo tiempo
suficiente para comparar la historia de estos dos pueblos vecinos, que ha sido bastante paralela desde la protohistoria. Y encuentro un elemento diferenciador
en los tres siglos (XIV, XV y XVI) de repoblación tras la conquista del valle
del Guadalquivir y Sierra Morena por las tropas de diversos estamentos castellano-cristianos
al mando de Fernando III. Dicha repoblación, si bien no se produce en La Puebla
de los Infantes hasta mediados del XIV es más acusada en cuanto al carácter
mudéjar y morisco de la misma (3), como se demuestra con la monumentalidad en que
participan dejando su sello en el arte
arquitectónico gótico-mudéjar en tres iglesias y el castillo-fortaleza, origen
del actual pueblo; así como un gran número de molinos hidráulicos harineros o
aceñas en nuestros ríos y arroyos; no así en Peñaflor, cuya influencia se dio
en menor medida.
Pozo junto al arroyo de La Dehesilla
Pozo embovedado en el valle de Níjar, cercano a San José
En 2023 tengo la oportunidad de recorrer durante una semana los pueblos de la Sierra de Gata en Almería, me documento previamente al viaje y compruebo la gran influencia morisca en esta zona de Andalucía, particularmente en la comarca de Níjar, en la que obtengo fotografías que ilustran este texto por ser importante el reducto morisco, hasta el decreto de expulsión de Felipe III en 1609. Compruebo con sorpresa en este municipio cómo los pozos tanto los embovedados como los a cielo abiertos son similares y con la misma estructura y funcionalidad que los que tengo fotografiados en La Puebla de los Infantes.
Pozo a cielo abierto en la zona de La Laguna, La Puebla de los Infantes
Concluyendo diríamos que junto a las razones esgrimidas más arriba sobre el origen de los pozos característicos de La Puebla de los Infantes, de los embovedados en particular y también algunos de los de a cielo abierto, con dos pilares sobre el brocal que sostienen un travesaño de madera y este, a su vez, la carrucha que ayuda a elevar el cubo de agua, tienen una influencia mudéjar o morisca.
Sabemos de la
importancia de las técnicas hidráulicas de la cultura hispanomusulmana, en
parte heredadas de la romana y esta a su vez de la cultura siria de 1.000 años
a. C. Es obvio comprender que la bóveda con su portezuela tenía la misión de
preservar el agua de la contaminación para ser ingerida por personas y
animales, y le procuraba incluso más frescura en verano. Dichos pozos, la
mayoría de ellos cuidados y encalados(4), dejan como resultado en los campos de
La Puebla de los Infantes unos paisajes de aguas muy peculiares y atractivos.
NOTAS ACLARATORIAS
(1) Al día de la fecha tenemos elaboradas fichas de 57 fuentes y manantiales y de 20 de otros puntos de interés en relación con el
agua de La Puebla de los Infantes para el proyecto Conoce tus Fuentes.
(2) Creo que no existen razas ni culturas puras. La vida de los humanos se
ha movido siempre inmersa en la interculturalidad y el mestizaje. El mismo
concepto de “hispano” es a su vez una mezcla de razas y culturas, no solo la
originaria “ibera”.
(3) Trato de distinguir aquí el concepto de mudéjar (=”domesticado”), la
mayoría alarifes y constructores, de alguna manera colaboradores con el nuevo
régimen, que nace en el valle del Guadalquivir a mediados del siglo XIII, que
se plasma en su participación de las obras que posteriormente cristalizaría en
el arte gótico-mudéjar en nuestra zona. A diferencia del morisco, más rebelde,
dedicado a la agricultura, ganadería, horticultura, molienda en las aceñas…muchos
de los cuales preferían vivir en lugares apartados para continuar con sus ritos
y tradiciones.
(4) En La Puebla de los Infantes la fabricación de la cal en las caleras
también denominadas “hornos morunos” ha tenido una gran significación a lo largo
de su historia, siendo muchas las familias que se dedicaron a construir caleras
artesanales y calcinar en ellas las piedras calizas. En la actualidad quedan en
pie una veintena de ellas, lo que demuestra el respeto que se le ha tenido aquí
a la actividad de los caleros, considerándose La Puebla de los Infantes un
pueblo singularmente blanco de
Andalucía.