lunes, 4 de diciembre de 2017

Reconocimientos y homenajes ( 1ª parte)

( Artículo de opinión publicado en el periódico Viva La Vega del 1 al 15 de diciembre de 2017, cuya argumentación sobre méritos para un homenaje la complemento en la entrada anterior, la nº 80: LAS BUENAS PERSONAS)


Ayuntamiento de La Puebla de los Infantes en la Pza. de la Constitución

El pasado 17 de Noviembre se celebró en el Ayuntamiento de La Puebla de los Infantes un acto institucional sencillo pero emocionante para despedir en su jubilación y reconocer sus servicios prestados a una trabajadora de ayuda a domicilio. Se trata de Ana Villanueva Agredano, que ha desempeñado su trabajo durante casi treinta años con la máxima diligencia, discreción y profesionalidad, a la que desde esta página, aparte felicitarla dándole la enhorabuena, le deseamos mucha salud, tranquilidad y bienestar tras una vida de intenso trabajo, entre otros motivos por haberse quedado viuda joven y haber tenido que sacar adelante su casa y a sus 3 hijos, por cierto, unas personas estupendas.
RECONOCIMIENTOS
Con actos de esta índole debemos felicitarnos todos, en primer lugar porque de bien nacidos es ser agradecidos. Y también por haberse llegado ya hace años al acuerdo unánime de nuestra Corporación Municipal de dedicarle un acto similar al de Ana a todo empleado/a del Ayuntamiento que se jubilara, pues todos han desarrollado una función  de servicio al pueblo sin tenerse en cuenta si una función ha sido más importante que otra, a sabiendas de que en última instancia el valor y la importancia se lo dan a las funciones  las personas que las ejercen en el modo como la ejercen.
 Debemos felicitarnos también porque para llegarse a esta manera de proceder del Ayuntamiento ha habido que recorrer un  camino por el que comprobamos cómo la sociedad en su conjunto hemos ido evolucionando en el nivel de conciencia y de sensibilidad social. De manera que en estos actos institucionales de despedida por jubilación y reconocimiento se habla más acerca del valor del trabajo, de los que posee la persona a la que se le dedica el acto, que de otras consideraciones.
          HOMENAJES
         En muchos pueblos como el nuestro todavía queda un camino por recorrer para llegar a fórmulas ecuánimes que conlleven  acuerdos de unanimidad tanto en la Corporación Municipal como en la ciudadanía  en lo referente a homenajes, nomenclaturas de  calles, plazas y edificios públicos, medallas o  monumentos. Camino que reconocemos difícil empezando por que  no existe  una normativa específica de cómo procederse en estos casos, por lo que cada municipio debe procurarse la suya. ¿Qué se viene haciendo mientras tanto? Pues que  o bien la Corporación Municipal toma  la iniciativa a propuesta de una parte de sus miembros, con el riesgo de que no haya acuerdo unánime que sería lo ideal. O bien el Pleno Municipal estudia  y aprueba en su caso una propuesta remitida por una iniciativa más o menos popular, se supone que nacida de personas cercanas a la que se pretende homenajear, con el consabido riesgo de que “quien no  tiene  padrinos, no se bautiza”, sin desmerecerse el mérito que pueden haber tenido muchos homenajeados por esta última fórmula. Con todo, creemos que se puede mejorar la situación actual empezando por la aprobación de unas ordenanzas reguladoras adaptadas a nuestra realidad actual, democrática, de sensibilidad social, como decíamos antes, etc… Sugerimos algunas ideas  por si pueden servir al respecto:
- Que para la elaboración de las Ordenanzas Municipales al efecto las Corporaciones Municipales pudieran contar con un Consejo Asesor de participación ciudadana constituido por personas de todas las sensibilidades del pueblo. Consejo que bien pudiera seguir funcionando a la hora de implementarse dichas Ordenanzas asesorando a la Corporación Municipal correspondiente.
- Tenerse en cuenta la evolución de las aspiraciones sociales. Hoy por ejemplo todos estaremos de acuerdo que deben tener opción al homenaje, la medalla o  al nombre de la calle cualquier persona. Hasta ahora no ha sido así en nuestros pueblos. Para conseguirse ese honor todas las miradas estaban puestas en el artista, el profesional sobresaliente o de prestigio,  haber conseguido un alto puesto en algún estamento, etc… de manera que el honor le estaba vetado a gran parte del pueblo llano y soberano: autónomos, agricultores, obreros agrícolas, amas de casa, personas discapacitadas…Al respecto hemos de saber que antes lo que se pretendía conseguir con  la educación en general era buenos profesionales. En la actualidad, las nuevas leyes en esta materia, auspiciadas por la UNESCO /ONU pretenden que con la educación se consigan sobre todo buenas personas; por lo tanto habrá que cambiarse los criterios, de manera que los referentes de un pueblo sean personas a imitar por sus valores humanos ( en lo que toda la ciudadanía tendría igualdad de oportunidades), y no tanto el prestigio profesional, artístico o propagandístico que no siempre conlleva la bondad y dignidad humana a la que hoy se aspira con más fuerza que otras capacidades. Y si en la persona se dan las dos premisas, pues mucho mejor, sería lo ideal.
- A tono con el criterio anterior, todo lo que ha sido histórico, no tiene por qué haber sido bueno. Hoy, desde nuestra cultura de la Paz la inmensa mayoría de ciudadanos reprueba muchos hechos y personajes históricos que no creemos que actuaran humanamente, promoviendo guerras, conquistas o participando en cualquier tipo de violencia.
- Por último debería determinarse también, qué honores y nomenclaturas pueden darse en vida y cuales tras el fallecimiento del que se ha de homenajear.