Ayuntamiento de La Puebla de los Infantes en la Pza. de la Constitución |
El pasado 17 de Noviembre se
celebró en el Ayuntamiento de La Puebla de los Infantes un acto institucional
sencillo pero emocionante para despedir en su jubilación y reconocer sus
servicios prestados a una trabajadora de ayuda a domicilio. Se trata de Ana Villanueva
Agredano, que ha desempeñado su trabajo durante casi treinta años con la máxima
diligencia, discreción y profesionalidad, a la que desde esta página, aparte
felicitarla dándole la enhorabuena, le deseamos mucha salud, tranquilidad y
bienestar tras una vida de intenso trabajo, entre otros motivos por haberse
quedado viuda joven y haber tenido que sacar adelante su casa y a sus 3 hijos,
por cierto, unas personas estupendas.
RECONOCIMIENTOS
Con actos de esta índole debemos
felicitarnos todos, en primer lugar porque de bien nacidos es ser agradecidos.
Y también por haberse llegado ya hace años al acuerdo unánime de nuestra
Corporación Municipal de dedicarle un acto similar al de Ana a todo empleado/a
del Ayuntamiento que se jubilara, pues todos han desarrollado una función de servicio al pueblo sin tenerse en cuenta
si una función ha sido más importante que otra, a sabiendas de que en última
instancia el valor y la importancia se lo dan a las funciones las personas que las ejercen en el modo como
la ejercen.
Debemos felicitarnos también porque para
llegarse a esta manera de proceder del Ayuntamiento ha habido que recorrer
un camino por el que comprobamos cómo la
sociedad en su conjunto hemos ido evolucionando en el nivel de conciencia y de
sensibilidad social. De manera que en estos actos institucionales de despedida
por jubilación y reconocimiento se habla más acerca del valor del trabajo, de
los que posee la persona a la que se le dedica el acto, que de otras
consideraciones.
HOMENAJES
En muchos pueblos como el nuestro
todavía queda un camino por recorrer para llegar a fórmulas ecuánimes que
conlleven acuerdos de unanimidad tanto
en la Corporación Municipal como en la ciudadanía en lo referente a homenajes, nomenclaturas
de calles, plazas y edificios públicos,
medallas o monumentos. Camino que
reconocemos difícil empezando por que no
existe una normativa específica de cómo
procederse en estos casos, por lo que cada municipio debe procurarse la suya.
¿Qué se viene haciendo mientras tanto? Pues que
o bien la Corporación Municipal toma
la iniciativa a propuesta de una parte de sus miembros, con el riesgo de
que no haya acuerdo unánime que sería lo ideal. O bien el Pleno Municipal
estudia y aprueba en su caso una
propuesta remitida por una iniciativa más o menos popular, se supone que nacida
de personas cercanas a la que se pretende homenajear, con el consabido riesgo
de que “quien no tiene padrinos, no se bautiza”, sin desmerecerse el
mérito que pueden haber tenido muchos homenajeados por esta última fórmula. Con
todo, creemos que se puede mejorar la situación actual empezando por la
aprobación de unas ordenanzas reguladoras adaptadas a nuestra realidad actual,
democrática, de sensibilidad social, como decíamos antes, etc… Sugerimos
algunas ideas por si pueden servir al
respecto:
- Que para la elaboración de las Ordenanzas Municipales al
efecto las Corporaciones Municipales pudieran contar con un Consejo Asesor de
participación ciudadana constituido por personas de todas las sensibilidades
del pueblo. Consejo que bien pudiera seguir funcionando a la hora de
implementarse dichas Ordenanzas asesorando a la Corporación Municipal
correspondiente.
- Tenerse en cuenta la evolución de las aspiraciones
sociales. Hoy por ejemplo todos estaremos de acuerdo que deben tener opción al
homenaje, la medalla o al nombre de la
calle cualquier persona. Hasta ahora no ha sido así en nuestros pueblos. Para
conseguirse ese honor todas las miradas estaban puestas en el artista, el
profesional sobresaliente o de prestigio,
haber conseguido un alto puesto en algún estamento, etc… de manera que
el honor le estaba vetado a gran parte del pueblo llano y soberano: autónomos,
agricultores, obreros agrícolas, amas de casa, personas discapacitadas…Al
respecto hemos de saber que antes lo que se pretendía conseguir con la educación en general era buenos
profesionales. En la actualidad, las nuevas leyes en esta materia, auspiciadas
por la UNESCO /ONU pretenden que con la educación se consigan sobre todo buenas
personas; por lo tanto habrá que cambiarse los criterios, de manera que los
referentes de un pueblo sean personas a imitar por sus valores humanos ( en lo
que toda la ciudadanía tendría igualdad de oportunidades), y no tanto el
prestigio profesional, artístico o propagandístico que no siempre conlleva la
bondad y dignidad humana a la que hoy se aspira con más fuerza que otras
capacidades. Y si en la persona se dan las dos premisas, pues mucho mejor,
sería lo ideal.
- A tono con el criterio anterior, todo lo que ha sido
histórico, no tiene por qué haber sido bueno. Hoy, desde nuestra cultura de la
Paz la inmensa mayoría de ciudadanos reprueba muchos hechos y personajes
históricos que no creemos que actuaran humanamente, promoviendo guerras,
conquistas o participando en cualquier tipo de violencia.
- Por último debería determinarse también, qué honores y
nomenclaturas pueden darse en vida y cuales tras el fallecimiento del que se ha
de homenajear.