Pozo embovedado con abrevadero aparte en el olivar de José Santana González |
José Torán, les toca el turno a estos pozos tan característicos que tenemos en toda la geografía de nuestro término municipal en los que hubo asentamientos humanos, en las también típicas casillas, sobre todo a partir del siglo XVIII con el auge de la agricultura. Son muchos, la mayoría en buen estado y con agua en su seno, otros dado su total abandono han comenzado a estar en ruinas.
Pozo-abrevadero en el Pago de la Marquesa (Familia Gutiérrez- Villanueva) |
Detalle del entibado del pozo anterior |
Como digo, a la construcción de estos pozos se llega tras un largo recorrido del manejo de las piedras y su significado en el pueblo:
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La antigua tradición de las canterías (La
Cantera, La Canteruela…)
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La extracción de piedras calizas para la
fabricación de cal.
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El Ganchal, lugar emblemático en tanto que
auténtica escuela de caleros, único en toda la comarca.
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Familias especializadas en el arte de la
fabricación de muros o paredes de piedra seca.
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Y a todo
lo anterior, podríamos añadir la larga tradición de la minería en diversos
puntos del término municipal de La Puebla ( por aquello de los entibados tan
perfectos de estos pozos) .Y qué decir del arte de la albañilería que tanto se ha
prodigado también, que nos viene de muy lejos en el tiempo, y que se ha ido
demostrando en todo el patrimonio histórico del pueblo, en el que destacamos
aquí y ahora los pozos embovedados, dispersos por terrenos de labranza y
olivares sobre todo. Por lo que en estos pozos que tratamos no solo admiramos
sus entibados perfectos de piedra sino
sus bóvedas semiesféricas o cúpulas,
algunas de ellas también perfectas, para
proteger el agua que había que preservar como bien apreciado para el
abastecimiento humano y que se compartía con animales en abrevaderos, algunos de estos consistentes
en el vaciado de una sola piedra o sillar. En el mismo sentido podríamos
referirnos también a los acueductos, norias, acequias, albercas... que todavía por
suerte y en parte disfrutamos.
Pared de piedra seca en El Toril. Al fondo, La Puebla |
Última calera de El Ganchal de Juan Antonio Saravia |