domingo, 12 de enero de 2020

Personas vinculadas con La Puebla de los Infantes y Peñaflor (2ª parte)


En esta segunda parte acerca de los vínculos entre, por orden alfabético,  La Puebla de los Infantes y Peñaflor  mostraremos lo que pretende ser un sencillo botón de muestra, en principio de varias personas, con la única condición de que hayan dejado una estela para la historia cercana a nosotros, o para la intrahistoria puebleña, pues conocemos en la época medieval, sobre todo, personajes dueños de señoríos y conquistas en los dos municipios, pero creo que con lo expuesto sobre la historia de la primera parte es suficiente.
 Es indudable que puedan existir más personas del último o últimos siglos que se consideren vinculadas a los dos pueblos y hayan dejado alguna estela para la historia; es por lo que dejamos esta entrada abierta a la información y opinión que nos llegue de los lectores del blog de manera que podamos incrementar la relación con alguna persona más.
De las que aquí trataremos son, por orden cronológico: D. Evaristo Hinojosa Espada y su hijo D. Enrique Hinojosa Núñez, D. Vicente del Valle y D. Blas Infante.

D. Evaristo Hinojosa Espada era natural de Peñaflor, pero en el Archivo Municipal de La Puebla aparece en 1879 como dueño de olivares y terrenos de labor ( el Cortijuelo, la Cantera, Hatillo, Medina, dehesa de El Monte, Piedras Blancas, Pileta, Matachel y tres pedazos de tierra en la Solana de Matachel) viviendo en una casa de la calle Genaro Martínez. Se inicia con él, pues, la saga de la familia Hinojosa en La Puebla.


Cortijo de San Enrique en la dehesa de El Monte, de principios del siglo XX

Su hijo, D. Enrique Hinojosa Núñez, también de Peñaflor, se instala también en La Puebla construyéndose una gran casa frente a la puerta lateral Este de la iglesia parroquial de la Virgen de las Huertas. Fruto de su matrimonio con Dª Ana Santana Rodríguez, también de Peñaflor, tendrían una descendencia de 9 hijos.  Llegó a reunir muchas posesiones,  se nos dice que llegaban prácticamente desde el Molino de Sofío hasta la Fuente de la Mujer. La finca matriz o al menos la más identificativa de esta familia fue siempre el Cortijo de San Enrique ( por el nombre de su dueño) o del Monte, de dehesas y olivares, en uno de los cuales se construiría incluso una almazara (Molino de San José), que tras prestar servicio a la familia le fue arrendada a un francés, un tal “Douamec”, por lo que fue conocido desde entonces en el pueblo como “molino de Domeq”.


D. Enrique Hinojosa Santana, médico de Bollullos del Condado, introductor de la penicilina en Andalucía

De los 9 hijos de este matrimonio, los dos que han llegado a conocerse más fue D. Diego Hinojosa Santana, Secretario del Ayuntamiento de Peñaflor durante el periodo republicano que llegaría a obtener el título de Hijo Adoptivo de Peñaflor. Se conserva aún su casa en la calle Raimundo Martínez (Mesones); y el tercer hijo D. Enrique Hinojosa Santana, médico de Bollullos del Condado desde donde  fue pionero, introductor e impulsor,  del uso de la penicilina en toda Andalucía, pues le había ayudado a salvarle la vida a un hijo suyo. Se le recuerda también como un buen médico atento a sus pacientes que incluso llegó a perder la vida como consecuencia de una bronconeumonía que le produjo el contagio de una virulenta gripe asiática por no querer dejar de atender a sus pacientes aquejados de esta enfermedad. Los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Huelva, Córdoba y Sevilla le rindieron homenaje en La Puebla con una cerámica conmemorativa en la fachada de la casa familiar el 9 de marzo de 2012.


Antigua presa o azuda de Peñaflor en el río Guadalquivir para producción de energía eléctrica

D. Vicente del Valle, viene a trabajar a la fábrica de harina de Peñaflor que se fundó y comenzó su actividad en 1878 a raíz de la llegada del ferrocarril a esta localidad y que en casi un siglo de historia con algunas pausas en su actividad siempre había contado con la energía hidráulica del Guadalquivir para la electricidad que necesitó ( cuyo excedente llevó la luz a Peñaflor y La Puebla). Bien por los avatares de las crecidas del río en invierno en las que había que interrumpir la actividad harinera, bien por el espíritu emprendedor de nuestro personaje, adquiere en la primera década del pasado siglo XX el pequeño terreno circundante del antiguo molino del Agrimensor, lo restaura y mejora sus instalaciones, siempre con la ayuda de su sobrino Sofío Casado del Valle, y comienza su actividad como autónomo harinero para La Puebla de los Infantes en 1910. A la muerte de D. Vicente del Valle, hereda su propiedad su sobrino Sofío, de ahí el nombre con el que conocemos aquel paraje espectacular.

Panorámica del Molino de Sofío
















Vicente Casado Ruiz nos explica emocionado su vida en la actividad molinera de su familia

Sofío Casado del Valle y su esposa Encarnación García, tuvieron cuatro hijos: Valeriana, Antonia, Sofía y Vicente, a los que todos conocemos, particularmente a este último, al que se comprende que le pusieron el nombre del tío pionero de la actividad harinera del Retortillo y conocido en el pueblo como “Vicente Sofío” que llegaría a ser el último molinero a la muerte de su padre hasta que en los años sesenta decide mejorar su vida yéndose a trabajar a la fábrica de cerveza Cruzcampo de Sevilla.


Vicente Sofío explicándonos cada una de las partes desde la presa hasta el rodezno

Por Vicente y sus hermanas que se criaron en aquel lugar, hoy emblemático y señas de identidad de La Puebla, conocemos los avatares  que tuvieron que soportar con las crecidas del río Retortillo que suponían un volver a empezar la mayoría de las veces. O los tiempos difíciles de la Guerra Civil y la posguerra, con la satisfacción para la familia de que contribuyeron a mitigar el hambre del pueblo en aquellos tiempos difíciles.


D. Blas Infante: No es este el lugar para glosar una figura histórica de la grandeza de este hombre, pues sería interminable, solo quisiéramos referirnos al paso de D. Blas por Peñaflor y por La Puebla de los Infantes; pero por respeto y reconocimiento a su persona haremos una breve  referencia sobre él: Nació en Casares (Málaga) el 5 de julio de 1885. Notario de profesión, escritor ensayista y político conocido por su condición de ideólogo del andalucismo. Hombre sensible al sentir de los pueblos y de la Andalucía profunda y en palabras de su nieta Mª Jesús, de Lora del Río, a la que hemos escuchado muchas veces hablar de su abuelo “también defensor activo de la Naturaleza”. El final de su vida fue muy trágico pues fue fusilado por los sublevados por sus ideas sin juicio ni sentencia el 11 de agosto de 1936 en Sevilla en los inicios de la Guerra Civil Española, hecho luctuoso que cada año se recuerda en el lugar de su muerte por diversas instituciones andaluzas. En abril de 1983 el Parlamento de Andalucía le reconoció como Padre de la Patria Andaluza en un acto de justicia histórica por lo determinante que fue su trayectoria vital y el legado de su obra en el proceso autonómico andaluz.


D. Blas Infante en su casa de la Alegría en Coria del Río. Sostiene un zorro amaestrado por él que probablemente se le regalara siendo un cachorro en La Puebla de los Infantes

D. Blas toma posesión de la notaría de Cantillana en 1910 y se desplaza a  pueblos de su influencia a ejercer su cargo, entre ellos a Peñaflor, donde conocería a Dª Angustias García Parias con la que el 19 de febrero de 1919 contraería matrimonio en una capilla de la casa familiar sita en el actual número 30 de la calle Juan Carlos I ( calle Largo). Al poco tiempo de dicho matrimonio tomaría posesión de la notaría de Isla Cristina ( década de los años veinte), hasta 1931 en que consigue la de Coria del Río donde se construirían para su ya familia numerosa de 4 hijos su famosa casa de la Alegría, hoy convertida en museo de la Autonomía y la Historia Contemporánea de Andalucía.
Se constata, por tanto la vinculación de D. Blas con Peñaflor, y también con La Puebla de los Infantes. Quizás por su amor a la Naturaleza y por su carácter sociable se conoce acerca de sus visitas al cortijo de Las Villalonas de la familia Parias de Peñaflor, al cortijo de San Enrique o del Monte en La Puebla al que fue invitado varias veces por la familia Hinojosa Santana (esta familia le tenía ofrecido así mismo un despacho en su casa frente a la iglesia parroquial para que ejerciera sus funciones de notario cuando viniera a La Puebla) sabemos también de su amistad con la familia López Hinojosa dueños de El Tejero y obviamente nos lo imaginamos por alguna de las propiedades que desde antiguo tuvo la familia Parias en el término de La Puebla: La Adelfa, camino de Constantina o la Sierra El Lobo. 
Pilar del cortijo El Monte. Más abajo el merendero en la huerta donde más de una vez se le vio a D. Blas leer y escribir

Debemos hacer notar, por ultimo, que hemos coincidido alguna vez vecinos de Peñaflor y de La Puebla con escrituras de propiedad de nuestras casas escritas de puño y letra por D. Blas Infante en su etapa de notario en Cantillana.

Nuestro agradecimiento por su colaboración para esta entrada a Antonio Hinojosa Toro,por sus referencias familiares; a Juan José Toribio por la foto antigua de Peñaflor y referencias del Archivo Municipal de La Puebla; y a Mª Jesús Naranjo Infante, nieta de D. Blas Infante, por su información de la faceta de su abuelo como gran amante y defensor activo de la Naturaleza, así como por la foto de D. Blas en la casa de la Alegría.