viernes, 3 de abril de 2020

Una saga familiar que ha dejado huellas en La Puebla de los Infantes (Iª parte)


La calle céntrica por excelencia de La Puebla de los Infantes  que une las plazas del Ayuntamiento y  de la Iglesia se llama Raimundo Martínez, nombre de un antiguo Alcalde. Todos conocemos en esta calle la famosa “Casa Bonita”, pero quizás no tanto su origen. En su parte trasera existió una huerta conocida hasta hace poco como “de los Gómez” donde mucho antes que ellos, su abuelo materno  había puesto en marcha al principio de la actual calle Brezo una fábrica de electricidad, otra de harinas y en la zona de la actual Caixabank una fábrica de aceite. Las personas mayores del pueblo recuerdan la antigua romería de los 8 de septiembre en honor de la Virgen de los Remedios del Collado, así como el Charco del Infierno o el embalse del mismo nombre frente al cortijo donde la chavalería se bañaba los días de romería a la ida y a la vuelta de la celebración en el Retortillo,  y a hurtadillas  en los veranos.
Esta familia, a partir de su fábrica de electricidad para sus otras dos fábricas, junto al excedente eléctrico que le sobraba, gestionó y compró la electricidad que se produjo en la fábrica de harinas de Peñaflor a partir de 1926, la transformó en sus instalaciones y la distribuyó por La Puebla.
 Hasta que el teatro-cine Andalucía pasó a propiedad del Ayuntamiento en los años ochenta, antes era conocido como el cine de los Gómez ( hermanos Gómez-López) para distinguirlo de otro que también existió en el pueblo, el de Vallejo.


D. Raimundo Martínez Valiente, Alcalde de La Puebla de los Infantes



Calle que lleva su nombre para la Historia. C/ Mesones para la intrahistoria puebleña

                                           

Y así podríamos seguir relatando temas relacionados con esta saga familiar como las minas del Galayo, la Fundición, el proyecto de ferrocarril desde Peñaflor a La Puebla para el transporte de mineral… y un largo etcétera, hitos de la historia y la intrahistoria de La Puebla desde mediados del siglo XVIII.
La historia comienza con un acaudalado riojano, Blas Valiente Martínez, de Almarza de Cameros (La Rioja), que tras hacer las Américas se estableció  en el pueblo en 1830 con dos de sus sobrinos, Francisco y Raimundo Martínez Valiente el que llegaría a ser Alcalde de la villa; vino posiblemente atraído por el despegue de la minería en Andalucía y concretamente en La Puebla  donde obtuvo tras las compras correspondientes los derechos de explotación de la mina “La Trinidad”, conocida posteriormente como del Galayo. También invirtió en tierras desamortizadas en tiempos de Mendizábal (1843) y en otras. Al morir sin descendientes directos en 1849 lo heredaron todo sus sobrinos.





Restos de La Fundición bajo las aguas del embalse José Torán
Al fondo, las minas del Galayo



Cortijo de la dehesa del Collado o Huerta de la Virgen


D. Raimundo Martínez, heredero entre otras propiedades de la dehesa del Collado, sería el autor de lo que hoy es el cortijo conocido como  La Huerta de la Virgen. Era propietario también de la que posteriormente se le conoció como la “Huerta de los Gómez” en el centro del pueblo a la espalda de su casa que estaba frente a la puerta Sur de la iglesia parroquial y toda la esquina de lo que fueron las tiendas y casas de Eugenio y Obdulio Jiménez. Su labor como Alcalde se centró en el urbanismo del pueblo.



La Casa Bonita

Dª Emilia Martínez Figueroa, su hija

                                                                         











De su hija Dª Emilia Martínez Figueroa, casada con D. José López López, sabemos que idearon la construcción de la tan conocida en el pueblo como la Casa Bonita en 1920, cuyo proyecto de obra se lo hicieron llegar a D. Aníbal González para que lo supervisara y les orientara al respecto. Este señor como muchas personas sabrán fue arquitecto-director de la Exposición Iberoamericana de Sevilla entre 1911 y 1926 y autor de obras tan emblemáticas como la Plaza de España de nuestra capital de provincia. Esta casa tiene una cierta impronta del famoso arquitecto por el ladrillo visto que presenta en el exterior de la fachada, sobre todo. La levantaron del nivel del suelo por una corriente subterránea de agua que pasaba,  probablemente procedente del manantial de Banduro, que podría afectarle a la salud de la familia. Por esa misma época edificaron una presa frente a su cortijo del Collado para embalsar agua del arroyo del Infierno para que el ganado de la dehesa abrevara y en su caso para riego de forraje para el ganado. D. José López López,  fue así mismo el emprendedor de las fábricas citadas más arriba: la de electricidad, la de harinas y la de aceite. La de electricidad la producía para las otras dos fábricas y el excedente, junto con la traída de la que se generaba en la fábrica de harinas de Peñaflor a partir de 1926 se transformaba toda ella , primero a 40 voltios, que posteriormente sería  a 115 V, y se fue distribuyendo por La Puebla,  hasta 1960  en que sus nietos ( familia  Gómez- López) vendieron la concesión a la Compañía Sevillana de Electricidad.


Presa y embalse del Infierno en El Collado


D. José López López, esposo de Dª Emilia





                        








De  D. Jesús Martínez Figueroa, hermano de Dª Emilia sabemos que heredó de la casa de su padre la parte que da a la C/ Magdalena, que fue muy amigo de D. Blas Infante Pérez de Vargas y que siendo este notario en Cantillana, mientras vivió  recién casado en Peñaflor, despachaba en esta casa de su amigo cuando venía a La Puebla para firma de escrituras de propiedad.




La fábrica de electricidad de la familia López Martínez: generador y cuadro eléctrico
 D. José L.L. es el que está sentado con sombrero. Juanto a él, empleados de la fábrica



                              ( Continúa en la IIª parte los hijos y nietos de D. José López y Dª Emilia Martínez)