lunes, 14 de agosto de 2023

Historia, tradición y leyenda

 PREÁMBULO

Cuando nos referimos a hechos del pasado podemos relatarlos desde tres ópticas:

Historia: Narración de acontecimientos y hechos del pasado conforme a documentos escritos y a huellas arqueológicas, sobre todo. Añadiría por experiencia propia que a veces dicha narración está sujeta a interpretaciones diversas y a hipótesis más o menos contrastadas.

Tradición: Legado de noticias, ritos, costumbres…, que se trasmite de generación en generación en una comunidad.

Leyenda: Relato que se sitúa entre la realidad y la fantasía o  mito, que se van añadiendo a un núcleo central ,  y que se trasmite de manera oral o escrita.

 

CONTEXTO HISTÓRICO DEL SIGLO XV

Hacía tiempo, años diría, que me planteaba realizar un seguimiento histórico al VII señor de Palma D. Luis F. Portocarrero (1450-1503) y su esposa, Dª Francisca Manrique, hija del señor de Écija, convencido de que estas personas  pudieron haber ejercido una gran influencia en el devenir de nuestro pueblo durante la segunda mitad del siglo XV y principios del XVI.

Centrándonos en el primero y en relación con La Puebla,  fue señor de Almenara y de su villa, con la misma entidad entonces que cualquier otro municipio; señor y alcalde mayor de La Puebla de los Infantes, señor y alcalde mayor de Constantina; ostentaba las veinticuatrías de Sevilla y Córdoba ( uno de los 24 regidores influyentes de los respectivos Concejos); comendador mayor de la Orden de Santiago, etc.  La propiedad de Almenara llegaba por el oeste  hasta la vereda de carne de Lora a La Puebla, hoy conocida como “carril de La Canaleja”, y por el este  hasta el río Retortillo, incluyendo todo El Turruñuelo. Heredó también de su padre propiedades de aquí, en concreto una bodega y dos viñedos, uno en El Prado y otro en el arroyo El Álamo. Debieron ser importantes fabricantes de vinos pues también los producían en Almenara.



                     Palacio de los Portocarrero-Manrique en Écija, estilo isabelino, 
                                             hoy convento de clausura


Eran incontables sus propiedades y títulos, así mismo, en Hornachuelos, Posadas, Palma del Río y Écija por herencias del matrimonio, más aún tras los 10 años de gran dedicación a la guerra de Granada y la conquista de numerosas plazas al sur del Guadalquivir. Al respecto nada más acceder al trono la reina Isabel I de Castilla en 1474, fueron anfitriones de ella en Écija su esposa y él durante una semana, perfilando dicha guerra contra el reino de Granada, con la promesa de fidelidad y compensaciones por ambas partes. Tras la rendición del reino de Granada en 1492, Isabel y Fernando permanecerían también una semana en su palacio de Palma del Río, camino de Sevilla, para descansar y convencer al primo de la reina, Fray Juan de La Puebla ( de Alcócer, Badajoz) el fundador del convento de San Luis del Monte en El Turruñuelo, para que se hiciera cargo del Primado de Toledo y de la reforma del clero y las órdenes religiosas del reino, cargo que el franciscano rechazaría y fue por lo que eligieron finalmente  al también franciscano y posterior Cardenal Cisneros.

Llegados a este punto, comprobamos que a la gran amistad, fidelidad y comunicación con los Reyes Católicos, debemos añadir sus coincidencias en la predilección por la orden franciscana y su rama femenina de Santa Clara (clarisas).

Para entender también parte de nuestra monumentalidad, debemos añadir finalmente otro tema no menos importante: la pacificación de los mudéjares, musulmanes conversos o cristianos nuevos, incorporados en los reinos cristianos, tras la famosa rebelión de 1264-1266, en los territorios de la jurisdicción de los Portocarrero-Manrique  como lo habían conseguido los antecesores Bocanegra-Portocarrero de su linaje, tras la mencionada revuelta, desde mediados del siglo XIV, llegando Palma del Río a tener una población numerosa de ellos. (Historia documentada).


                     Iglesia y torre isabelinas de San Bartolomé, en Jávea


PATRIMONIO MONUMENTAL

Con la “carta de presentación” que antecede del matrimonio de referencia, debemos suponer que directa o indirectamente ejercerían influencias y patrocinios  en parte de nuestra monumentalidad, sobre la que a todos nos extraña cómo un pequeño pueblo como el nuestro goce de un patrimonio tan amplio del estilo gótico mudéjar, así como del gótico isabelino, de un hospital de la caridad de principios del siglos XVI, etc.,  que no se prodigan ni siquiera en pueblos mayores.

Para la construcción de nuestro castillo e iglesia de Santiago del siglo XIV sería muy importante la condición de alarifes y albañiles de los mudéjares pacificados y colaboradores del nuevo orden, inicio de los que sería la repoblación de La Puebla de los Infantes a partir de la carta –puebla de Alfonso XI de 1341, del ordenamiento de Sevilla, a instancias de su Concejo y Cabildo. El resultado de todos conocido, el empleo del gótico-mudéjar. (Historia documentada)

En cuanto a la ermita de Santa Ana, podemos  datarla entre mediados y finales del siglo XV, de estilo gótico-mudéjar,  y de más entidad que otras, así como  eremitorios, que nacen en ese siglo en el pueblo, y de gran interés en cuanto al origen de todas ellas: San Sebastián, San Cristóbal, San Pedro, Virgen de los Remedios, etc. ( Tradición)



Ermita de Santa Ana

               

Respecto a la actual parroquia bajo la advocación de la Virgen de las Huertas, debemos suponer también que en un principio se proyectaría un templo gótico isabelino, como la iglesia  de San Bartolomé, de Jávea ( Alicante), pequeña iglesia de finales del siglo XV, con función defensiva simulando una fortaleza, con sillería de piedra tipo tosca caliza (ver la similitud de su torre-campanario con la nuestra antes de los pináculos y chapitel del siglo XVIII), y que en un momento dado, tras la rendición y conquista del reino de Granada,  descartado el peligro que suponía la situación de frontera, se estimara cambiar el proyecto por un estilo más funcional, como era el gótico-mudéjar, aunque con la grandiosidad de tener como destino ya ser la parroquia principal de un pueblo en que aumentaba la población a final de siglo. También se mantendría lógicamente la torre-campanario isabelina que quedó en  la cabecera, en lugar de a los pies, característica de las iglesias gótico-mudéjares de Sevilla. Los arcos típicos del gótico isabelino: carpaneles, conopiales y de medio punto, también los apuntados góticos, de transición al Renacimiento,  aparecen así mismo en el cabecero de nuestra parroquia y en la torre campanario ( Hipótesis histórica).



                Torre isabelina de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Huertas


ADVOCACIONES MARIANAS

Las iglesias y demás edificios religiosos que se dedican a la Virgen María nacen entre los siglos XI y XII en toda Europa promovidas por el Papado. Al principio con el nombre genérico de Santa María. Y con el paso del tiempo por influencias ( órdenes militares, religiosas…) o por iniciativas populares se les va añadiendo el complemento “de…”

Las plazas adjudicadas a la Orden de San Juan de Jerusalén, o de Malta, tras la conquista del siglo XIII, como fue el caso de La Puebla de los Infantes, tuvieron la advocación mariana de  Virgen de la Encarnación, como por ejemplo ocurrió en Setefilla (Virgen de la Encarnación hasta el siglo XVI, cuando los setefillanos emigraron a Lora) en Peñaflor y Gerena, hasta la actualidad. Aquí no fue posible porque no hubo población estable desde 1241 hasta la década de los cuarenta o finales del siglo XIV. ( Historia documentada)

En un documento histórico de Peñaflor  se informa que son los monjes franciscanos del convento de San Luis del Monte del Turruñuelo, en interacción permanente con sus señores protectores Portocarrero-Manrique, los que entre los siglos XV-XVI  promueven en Peñaflor las advocaciones marianas de la Virgen del Rosario y la de Santa Ana, curiosamente la que fue titular o cotitular de la iglesia de Santiago y  la que lo sigue siendo de la ermita del mismo nombre de La Puebla de los Infantes.



                                          Virgen de las Huertas

Sobre la advocación de nuestra patrona la Virgen de las Huertas, en una conversación que mantuve hace tiempo con el monje archivero del monasterio benedictino de Santa María de Huerta (sin artículo y en singular) de Soria, me informó que según la tradición, pues no consta en documento histórico alguno, esta imagen, o una réplica, se llevó a Las Navas de Tolosa para que intercediese a favor de los cristianos en la batalla del mismo nombre contra los almohades en 1212, única vez que la Virgen intercede fuera del ámbito del monasterio. Cuando le pregunté si tenían constancia de que la advocación mariana de su monasterio se hubiera difundido a algún otro lugar de España, me respondió que no había constancia alguna en sus archivos.

Puestos a hipotetizar podríamos atribuir la advocación como Virgen de las Huertas a la influencia también de los monjes franciscanos del Turruñuelo , pues su contacto con La Puebla era fluido y frecuente, venían aquí  a atender los servicios parroquiales y a los enfermos cuando las circunstancias lo requería; pues encontramos la misma advocación de la Virgen de las Huertas en Lorca (Murcia) como titular del convento franciscano fundado allí en 1460, treinta años antes que el del Turruñuelo, actualmente la patrona de la ciudad, pero no podríamos confirmarlo, mucho menos sin documentación fehaciente.(Hipótesis histórica)

Al contrario, considero que la advocación en origen de nuestra patrona la Virgen de las Huertas, puede tener pleno sentido según la tradición , pues debemos suponer una propuesta popular y un benefactor, como el Rvdo. D. Miguel Rastrojo Romero, atendiendo la que se produjo para la actual Romería en honor de la Virgen en junio de 1978. De manera parecida se ofrecería para Ella un lugar propicio, un vergel, un paraíso, rodeado de huertas, con agua abundante de Banduro, de las que tomaría su nombre por aclamación popular y, para su custodia, un hermoso templo. Y se pondrían manos a la obra con los recursos y patrocinios a su alcance. Considero la tradición como argumento razonable, más adecuada que la leyenda que puede conllevar significativos errores históricos.

Para finalizar , y en relación con la familia Portocarrero-Manrique, también fueron los fundadores a través de su servidor  y hombre de confianza, Juan Manosalvas, del Hospital de la Caridad de La Puebla de los Infantes a principios del siglo XVI, en la calle del mismo nombre, casi coetáneo del monasterio de Santa Clara de Palma del Río, que se inició también por dicho hombre de confianza, bajo el patrocinio de estos señores, a finales del siglo XV.

 

BIBLIOGRAFÍA

-Palma del Río en la Edad Media (855-1503). Señorío de Bocanegra y Portocarrero, de Manuel Nieto Cumplido, canónigo-archivero de la catedral de Córdoba, 2004.

-Historia y Espacio (Santa Clara de Palma del Río), de Manuel D. Pérez Lozano, profesor de la Universidad de Córdoba.  Ayuntamiento de Palma del Río, 2022.

-Revistas Ariadna 3, 18 y 21, de investigación local, en relación con los Sres. Portocarrero-Manrique. Ayuntamiento de Palma del Río.

-El camino de la frontera, Antonio Céspedes Mimbrero,2016. Encomienda santiaguista de Villanueva del Río, Sevilla.

-Un brote de epidemia en el siglo XV y la fundación del convento de San Luis del Monte en El Turruñuelo, R.V.R. Revista de Feria 2021. Ayto. La Puebla de los Infantes.

( El texto que antecede ha sido mi colaboración para la Revista de la Hermandad Sacramental  de Nuestra Señora de las Huertas, por cuya publicación les quedo agradecido. Agosto 2023, Págs. 15-18).  

                                                           Rafael Velasco Riejos