Decir
que tenemos bastantes espacios naturales
en el pueblo no es descubrir nada nuevo, pero esta publicación es por si aún
no se ha disfrutado de algunos como este, de titularidad pública, que se nos
ofrece en cualquier época del año, una inmersión en la Naturaleza, más aún si
lo hacemos en primavera.
Nuestro destino, Fuentelabrada,
el penúltimo cerro de Sierra León
Se
trata de una senda que nos lleva desde el cartel de mampostería del Término
Municipal, conocido popularmente como “La Camiseta” conforme venimos desde Lora
del Río, hasta el carril de Las Palomas ( unos 1600 m.) y al Mirador ( 2,3
Kms.).
Transitamos
por una zona boscosa y agreste, de la ladera oeste de Sierra León, hasta el
cerro de Fuentelabrada ( 398 m.)
, que nos atrae por su espesura y profusión de especies de la flora mediterránea
que podemos encontrar en nuestro caminar; por otra parte nada dificultoso, pues
quienes trazaron la vereda hace una década aproximadamente, tuvieron la feliz
idea de hacerlo en zig-zag con buenos tramos horizontales y algunos repechos, como no podría ser de otra
manera; pero tras los que podemos aprovechar para respirar el oxígeno puro que
se nos brinda y reponer fuerzas rastreando, fotografiando especies raras o
simplemente descansar la vista mirando en lontananza hacia las dehesas que
rodean el embalse José Torán.
Hipéricos
Las especies de flora que podemos encontrar, a veces formando túneles forestales
que nos producen frescor y bienestar, son las características quercus: encina,
alcornoque, quejigo y chaparrera, junto con acebuches y lentiscos; las cinco
cistáceas del pueblo allí concentradas: la jara pringosa, la jara blanca o
estepa ( ardivieja en La Puebla) y los jaguarzos: negro, morisco y crespo o
rizado. También: retamas, aulagas, romeros, cantuesos, torviscos, cornicabras,
madreselvas… Y conforme vamos tomando altura: espino blanco, durillos,
madroñeras, brezos, zarzaparrillas, hipéricos...
Para
los amantes de las especies raras nos sorprenderán diferentes variedades de
setas en su tiempo, o algunas “chupamieles”, parásitas de las jaras.

Chupamieles, parásitas de las jaras
En
primavera, imaginemos la floración de las cinco jaras en competencia con las retamas, aulagas,
cantuesos, garbanzuelos, varitas de San José… Al culminar en la parte alta, un maravilloso
prado de dientes de león en la zona del eucalipto, tótem de recuerdos de los
primeros parapentes que surcaron nuestros cielos.
Para
los amantes de la fauna silvestre, por esta zona buscan refugio para anidar
toda clase de pájaros cantores, y podemos avistar elanios, rapaces que tal vez
confundamos con palomas albiazuladas, y otras mayores como aguiluchos laguneros
e incluso águilas perdiceras; picos carpinteros, oropéndolas… Y en toda época
nos avisarán de su presencia por sus huellas los jabalíes, que existen en esta
sierra desde siempre.
Elanio azul
En
fin, un espacio más para el deleite, la paz , la tranquilidad y para que las
jóvenes generaciones lo conozcan y se impliquen con él como con tantos otros.
Textos y fotografías: Rafael Velasco Riejos
( El presente reportaje ha sido mi colaboración de la Revista de Feria 2023 del Excmo. Ayuntamiento de La Puebla de los Infantes. Pags. 40-42 )