Panorámica desde la Mesa de Sancha: Callejuelas, Umbría del Huertezuelo, Monroy y Valle de Castril |
SOBRE EL TIEMPO
El bandolerismo es un fenómeno que, en Andalucía, tuvo su
mayor virulencia en el siglo XIX. Si en nuestra región se pone fin al mismo a
finales de este mismo siglo, hemos de
situar a “ El Jabato”, como un bandolero típico del siglo XIX. Su estancia
entre los términos municipales de La Puebla y Constantina debió ser breve
porque no trascurrió tiempo suficiente para
que se recogieran por escrito datos sobre él ( nombre y apellidos, edad,
origen, procedencia, descripción de su
persona, hechos en los que participara…) de ahí que los breves episodios a los
que alude la leyenda nos parecen esporádicos, más bien de un bandolero
solitario e itinerante, que en su huida hacia Sierra Morena se instala en sus
estribaciones para descansar, sanar alguna herida o proveerse de medios
económicos cuando se percata de que la orografía, el terreno, al que ha llegado le es favorable. De ahí,
creo, radica el que sobre el personaje
predomine la ficción y la imaginación de los que elaboran esta leyenda de
transmisión oral, a partir de algún hecho concreto como pudo ser la forma de
asaltar a los viandantes, ya de por si suficiente para darle cuerpo a la
leyenda.
Panorámica desde la Mesa de Sancha: La Puebla de los Infantes (a la izquierda) y El Santo (al frente) |
Dicha ficción podría alargarse
sin fin ya que al igual que se le atribuye incluso novia en Constantina, se le
podría situar igualmente viniendo de noche a La Puebla alguna vez y
pernoctando, porqué no, en uno de los mesones de la calle del mismo nombre
popular, tras algunas partidas de brisca o barisca… Y así hasta donde se quiera
( caminos utilizados para ir a Constantina, para venir a La Puebla, forma de
desplazarse: a pie o a caballo, barba postiza, vestimenta y sombrero para no
ser reconocido…), hasta la elaboración de una novela o el guión de una
película.
En primer término, masa forestal donde se asienta la cueva de El Jabato , próxima al arroyo, y al fondo la Mesa de Sancha ( Fotografía tomada desde los Paredones de Martín) |
SOBRE EL ESPACIO
Si nos atenemos a lo que la leyenda y la transmisión oral
nos dicen del personaje en cuestión, “El Jabato” tiene su sede en una cueva que
conserva su sobrenombre, escondida entre
maleza, y situada sobre un promontorio, entre el arroyo y la mesa de Sancha.
Sería desde esta desde donde él dominaría el territorio y controlaría al
personal ¿ Dónde actúa asaltando a transeúntes que van y vienen entre La Puebla a Constantina? Lo más
razonable es que fuera en el tramo de Monroy y los Riscos del Torilejo
(frente a La Adelfa), siendo este último lugar posiblemente el que los
románticos preferirían que fuera, por lo escarpado del terreno. Solo tendría
que atravesar Las Callejuelas y la Umbría del Huertezuelo y llegar a Monroy para Los
Riscos. Se podría suponer que su actuación saqueadora pudiera haberla extendido
también al antiguo camino y posterior
carretera de Constantina a La Algecira (La Quintera) a través de El Castrejón y
Gibla. Como observamos, la mitificación del personaje en cuestión en la
transmisión oral de La Puebla, nos viene dada por la vinculación del territorio
en que se mueve, que pertenece a este término municipal. Es este espacio real,
a la vez, el que le imprime cierta
verosimilitud al relato.
Al fondo, el cortijo de La Adelfa y enfrente, a nuestra derecha, los Riscos del Torilejo ( Panorámica desde la Mesa de Sancha) |
Mi agradecimiento a Carmen Villanueva Márquez
y a su marido Francisco Gómez Aranda que me acompañaron y orientaron en el
recorrido por el territorio de “El Jabato”; y a su madre, Carmen Márquez por
sus informaciones. Carmen Villanueva es biznieta de Antonio Algarrada Castro y
nieta de José Villanueva Santana dueños durante gran parte del siglo XX de
dicho territorio (Sancha, Callejuelas…); en la actualidad, heredado por hijos y
nietos del abuelo.