La
recolección de plantas silvestres forma
parte de la cultura más ancestral, que en parte se relaciona con la
subsistencia, sobre todo de las personas que las recogían para venderlas, pero
hete aquí que de simples recursos alimentarios han pasado algunas de ellas así como los hongos a ser
auténticos manjares que se jactan de ofrecerlos los mejores restaurantes, pues
se trata de vegetales que siempre nos han acompañado procurándonos en la mayoría
de los casos toda clase de beneficios para nuestra salud, sobre todo, por las
propiedades que tienen: vitaminas, minerales, fibras…que particularmente en
tiempos de Covid necesitamos para suplementar nuestra alimentación y de camino reforzar nuestro sistema
inmunitario. Hoy incluso hay ya todo un sistema de estudios de ellas, a través
de la “permacultura” que trata de restaurar el daño causado a los sistemas
naturales al mismo tiempo que gestionar
los recursos de manera sostenible para beneficio mutuo de la especie humana y
la naturaleza.
Comenzando por la cultura de la micología, los hongos o setas de los que podemos disfrutar entre otoño e invierno, sobre todo si este viene lluvioso, son: las setas de álamos (Agrocybe aegerita), la gallipierna (Macrolepiota procera), el faisán de alcornoque (Boletus aereus), el faisán de jara(Leccinum corsicum), que es la variedad que más tiempo perdura en el invierno; el níscalo (Lactarius deliciosus), el champiñón silvestre (Agaricus campestris) y la seta de cardos (Pleurotus eryngii).
En invierno no deben pasar desapercibidas para nosotros las recurrentes ortigas o “maravillosas malas hierbas”. Tenemos la ortiga negra o de hoja pequeña ( Urtica ureas) y la ortiga mayor, verde, de hojas mayores ( Urtica dioica). La primera nos sirve para hacer decocciones con ella y con los ajos muy pequeños que se desechan, y obtener un buen insecticida para la primavera en plantas del huerto o de la casa. Se puede secar y moler como complemento alimenticio de las gallinas por su riqueza de calcio para la cáscara de los huevos. Tanto esta variedad como sobre todo la ortiga grande o verde tienen propiedades culinarias y terapéuticas: en muchos lugares se utilizan en tortillas o como sustitutas de las espinacas pues tienen un sabor parecido. Tienen propiedades diuréticas, astringentes, antihemorraicas, antialérgicas, con efecto reductor del agrandamiento o hipertrofia benigna de próstata, para lo que las utilizamos haciéndonos decocciones o infusiones.
Así mismo, en esta estación podemos recolectar, sin pretender grandes acopios y sin hacer daño, el tomillo y el romero. No descubriremos nada nuevo respecto a las propiedades tanto culinarias como medicinales de estos dos conocidos y famosos arbustos, que merecen un mapita conceptual aparte. Y así podríamos continuar con plantas tan tradicionales y conocidas como la hierbabuena, la menta, el hinojo ( el gran aliado de la digestión, diurético…)la salvia, la manzanilla... y un sinfín de plantas más, aliadas del género humano.
Rafael Velasco
Nota: En el mapita del tomillo debe decir: Alivia la tos y la gripe...