viernes, 23 de abril de 2021

Jarales de La Puebla de los Infantes: Curiosidades de nuestra flora ( 4ª)



 Jarales en  la subida al Mirador de Las Palomas

Tenemos en el término municipal de La Puebla de los Infantes 5 variedades de jaras, todas ellas de la familia de las Cistaceae o Cistáceas, por la forma de cesta de sus frutos. Estas variedades, son:

 La jara blanca o estepa ( Cistus Albidus : blanquecino) de flores malvas o rosáceas. Están en terrenos calizos con clima cálido y seco. Se podría confundir con el matagallo o lechera pero este tiene una inflorescencia múltiple a través de su tallo  y no solo al final como ocurre en todas las variedades de jaras. Específicamente la jara blanca se utilizó antiguamente como estropajo, sobre todo cuando se quería evitar la oxidación de útiles de metal; sus hojas así mismo para limpieza de los dientes y como cicatrizante de heridas superficiales, y en épocas de máxima precariedad se secaban para utilizarlas como sustitutivas del tabaco.


                Jaras blancas junto al sendero de Los Almendros






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Matagallos o lecheras   









                                          Inflorescencia del matagallo o lechera

  

 - La jara común o pringosa ( Cistus Ladanifer) de flores blancas y amarillas con puntos color berenjena en la base de sus pétalos. Están entre matorrales de suelo secos, no calizos, pobres, degradados ( de guijas) y pizarrosos. Se usaron antaño para los hornos de las panaderías que producían un aroma característico al amanecer  por las calles del pueblo al cocerse el pan. También se usan todavía para obtener resinas, aceites esenciales y aguas florales para medicina e industria de perfumería  y cosmética Es en matorrales de esta variedad y también de jaguarzo negro (por preferir laderas y climas cálidos y suelos arenosos) donde se dan los típicos faisanes de jara puebleños (Leccinum Corsicum) la variedad de setas que más tiempo perdura por aquí pues se pueden recolectar a finales de otoño, durante el invierno y principios de la primavera.Rara vez los encontraremos entre jaras blancas.



Jara común o pringosa


Faisanes de jaras

-  Los jaguarzos,  que son a su vez de 3 clases y las tres variedades se dan sobre todo en terrenos como los de la jara blanca, con las que conviven, no así con la pringosa o común.






.  Jaguarzo  negro ( Cistus Monspeliensis por su presencia abundante en la región francesa de Monspelier) son los que tienen las hojas más oscuras y más estrechas y oscuras de todos, con flores blancas y amarillas sin el punto color berenjena. Prefieren laderas y climas cálidos así como suelos arenosos.



. Jaguarzo morisco      ( Cistus Salvifolius: por tener las hojas como la salvia), sus flores como el negro.

      





Detalle de las cestas en el jaguarzo morisco





. Jaguarzo crespo
  (Cistus Crispus) de hojas rizadas y pelosas, sus flores rosáceas.

Estas 5 variedades las podemos encontrar cada una en hábitats diferentes pero todas ellas las tenemos a nuestro alcance en la margen izquierda del embalse José Torán. Cuando recorremos el sendero de Los Almendros que discurre por todo ese margen podemos ir descubriendo el tipo de suelo que pisamos pues las variedades de jaras nos lo van indicando.



                         Convivencia de jaguarzos y jaras blancas


¿Qué dice la medicina natural sobre estas plantas arbustivas? ¿Cuáles podrían ser las propiedades sanitarias de estas cistáceas más frecuentes en La Puebla si las tomamos en infusiones? Pues que son plantas “salvavidas” como decíamos en la entrada 134 con el diente de león: “Fortalecen el sistema inmunitario y ayudan al organismo a generar defensas. Tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antivíricas y antibacterianas”. ¡Estupendas defensoras, por tanto,  frente al Covid!




Hermosa jara pringosa renovada a finales de abril de 2021

En honor a estas plantas que abundan en nuestras zonas de monte bajo y dehesas, se utilizó el título que encabeza esta entrada para nombrar a una peña flamenca que se constituyó en La Puebla a finales de los años ochenta en que se difundió bastante el flamenco en el pueblo con la llegada a este de famosos cantaores y que tuvo como sede una parte de lo que hoy ocupa el Museo de Artes y Costumbres Populares “Curro el Herrero”.